El gobernador Leopoldo Bravo, en su primer gobierno, licitó esta obra hidroeléctrica en 1965, sin tener el informe técnico de factibilidad terminado. Y estaba a punto de adjudicar la obra de construcción del dique, en junio de 1966, cuando se produjo la intervención militar al gobierno nacional de Illia, que terminó con la intervención federal del gobierno provincial. Así se desvaneció el intento bloquista de que la obra fuese uno de los últimos actos de gobierno. Años después, cuando el bloquismo volvió al poder se prefirió hacer el dique de Ullum.
Bravo dio el paso licitatorio con un informe técnico realizado en 1958 por la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado, que contiene estudios y cálculos para concretar un Proyecto de Obras para Embalse del Río Los Patos en El Horcajo, departamento Calingasta.
La finalidad era realizar los estudios preliminares que permitan embalsar agua con fines de riego y regulación de los caudales en la cuenca superior de los Ríos Blanco y Los Patos Sur, asegurando y ampliando las zonas de cultivos. La síntesis realizada por los ingenieros de Recursos Energéticos señala que en esta evaluación no se incluyeron estudios para la producción de energía hidroeléctrica, ya que sólo se ejecutarían las obras necesarias para un aprovechamiento futuro del tema energético.
Según los datos de ese informe, el Río Los Patos está formado por los ríos Blanco y Los Patos superior, denominándose El Horcajo al lugar de confluencia de ambos ríos, ubicado entre los primeros cordones de la Cordillera de los Andes a 1.900 metros sobre el nivel del mar. El área de la cuenca alimentadora es de 8.500 km2 y el régimen del río es estival con alimentación de la cuenca por precipitación nival.
El módulo del río es 55,3 m3/s, con un aporte anual de 1.742 Hm3; el caudal instantáneo máximo calculado, 1.527 m3/s, corresponde a la creciente de los años 1919-20, y el mínimo, también calculado, es de 8 m3/s.
De acuerdo a ese informe, la presa El Horcajo formaría un embalse de 811,4 Hm3 de capacidad a una cota de 2.000 metros, siendo la superficie del espejo de agua 1.982 hectáreas.
La presa prevista en el trabajo consistía en un gran terraplén heterogéneo, de materiales sueltos, con núcleo impermeable, de 117 metros de altura, desde el lecho del río hasta el coronamiento.
“El mayor problema es que no hay estudios de la profundidad de la zona de roca, donde hay que fundar la presa”, explicó Francisco Alcoba, titular de EPSE. “Es un proyecto con información muy pobre, prácticamente se debe arrancar de cero, porque los datos existentes fueron obtenidos con tecnología muy vieja”, agregó el funcionario. Al Gobierno actual le gustaría hacer este dique antes que otro por motivos estratégicos, económicos y turísticos.
