La mujer de 42 años que contrajo coronavirus y se convirtió en el cuarto caso en San Juan, tiene por estas horas un escenario complicado, más allá de su cuadro clínico. Es que el Gobierno provincial decidió denunciarla por romper los protocolos en el Hospital Rawson cuando, a pesar de las advertencias, asistió a su hermano que tiene Covid-19.
La cuarta paciente con esta enfermedad es médica y hermana del transportista que el 5 de mayo arrojó positivo. La herramienta de la que se valen las autoridades para avanzar judicialmente sobre la mujer son actas que quedaron escritas por parte del personal del nosocomio en donde queda claro que la médica, valiéndose de su condición, ingresó a la habitación de su hermano.
Incluso que el contacto fue muy estrecho: le dio de comer al menos una vez y lo acompañó al baño, confirmaron fuentes oficiales. Para cualquier otra enfermedad, es normal; para ésta, son prácticas que sólo están permitidas para el personal autorizado y bajo estrictas medidas sanitarias.
La mujer luego de tener contacto con su hermano infectado siguió su vida normal, atendiendo en la división Clínica Médica del Hospital Rawson y en un conocido sanatorio de la capital sanjuanina, con el agravante que en este último corresponde a pacientes inmunodeprimidos.
La denuncia la hace la propia ministra de Salud de la provincia, Alejandra Venerando, y le pueden deparar dos caminos a la médica con coronavirus: si se aplica el Artículo 205 del Código Penal, que indica una presunta conducta de propagación dolosa de la enfermedad, puede corresponderle una pena de 3 a 15 años de prisión (podría zafar de la cárcel si van por la mínima). Si se inclinan por el Artículo 203, que es propagar la enfermedad pero sin querer hacerlo, la pena sería mucho menor.