Por el mundo. Con su uniforme y feliz, Fabricio comentó que hace unos días salió a recorrer el Norte de Europa. Ya conoció varios países.

Nunca imaginó que un viaje de placer podía cambiarle la vida. Siempre soñó con conocer el mundo y ahora eso es una realidad. Y, como si eso fuera poco, lo hace trabajando de lo que más le gusta: ser DJ. Él es Fabricio Rodríguez, un sanjuanino de 28 años que se convirtió en el dueño de las noches arriba de cruceros y que hace bailar a pasajeros de distintos rincones del mundo. "Hice dos cruceros como pasajero y ahí conocí gente que me asesoró de cómo hacer para trabajar en estos barcos. Presenté mi curriculum sin muchas expectativas y ahora estoy viajando desde enero", dijo Fabricio y comentó que está viviendo una experiencia única, a pesar de que extraña su familia, amigos y a la provincia. 

Fabricio es amante de la música desde hace años, y en San Juan trabajó como DJ en varios boliches. "Cuando me confirmaron que me contrataban para el crucero no podía creerlo", dijo el joven al relatar cómo empezó con este trabajo que si bien le permite conocer gran parte del mundo, es muy agotador, pues trabajan muchas horas al día. 

Como DJ. Se definió como un apasionado de la música y dijo que gracias a esa pasión es que se le abrió esta oportunidad.

 

Definió su empleo como sorprenderte y dijo que si le ofrecen seguir en el crucero un tiempo más lo haría sin problema pues está disfrutando de esta gran experiencia. Fabricio tiene contrato hasta octubre, aproximadamente. "Vivimos en un mundo mágico, en el que conoces personas de todo el mundo y todo es un fiesta. Yo trabajo muchas horas arriba del barco y hasta la madrugada, porque soy el encargado de las noches y de que la gente se divierta", dijo y comentó que cuando empezó con el trabajo en el crucero le costó mucho elegir la música que ponía para cada grupo de gente. "Es que hay pasajeros que escuchan mucho reggaetones o pop y hay otros que no", dijo y explicó que en los cruceros se mezclan muchas culturas, debido a lo que viaja gente de diferentes países. 

Con un poco de humildad y admitiendo que es bueno en lo que hace, dijo que no le gusta que lo rotulen como la estrella del crucero, pero reconoció que muchos se lo dicen. "Es que dicen que soy bueno y la verdad que soy muy responsable. Si veo una sola persona que está sin bailar, me preocupo mucho", dijo y agregó que además de ser DJ en el crucero pone música en la pileta, en los restaurantes y hasta en el teatro donde hay obras de gran nivel.