En 2003 se quedó con la amargura de haber vivido el descenso del Argentino A con la camiseta de Independiente Villa Obrera. En ese momento, Eduardo González era un pibe que con 17 años había debutado en Primera con la camiseta de la Villa, tras hacer todas las inferiores en San Martín. Le tocó vivir ese trago amargo de un descenso y en este 2012, Eduardo sabe que vive un momento especial: se casó, fue papá por primera vez y se convirtió en uno de los dos refuerzos sanjuaninos de Sportivo Desamparados y el único de los nuevos que será titular en la defensa.
“Es un momento muy lindo para mí. Yo viví el descenso con la Villa cuando era un pibe y luego fui sumando experiencia. Pasé por Alianza, estuve 2 años en Arsenal, volví a San Juan con Unión, luego pasé por Del Bono y regresé a Unión para vivir un ascenso. Y cuando supe del interés del técnico y de los dirigentes para sumarme a Desamparados me llenó de orgullo. Es un club grande, con grandes aspiraciones y para mí esto significa mucho”.
Qué encontró en Sportivo, cómo se maneja el grupo, cuáles son los objetivos entran a continuación en el análisis del Guary: “Como dije antes Desamparados aspira a cosas importantes y eso hace que en el club todos se muevan en ese sentido. El plantel es sensacional, me recibieron muy bien y todos estamos muy compenetrados con este proceso. El técnico Villafañe fue uno de los impulsores de mi llegada a Sportivo así que sólo tengo palabras de agradecimiento con todos”.
De aquel Argentino A a este que empieza hoy con Sportivo Desamparados, González hace sus comparaciones: “Cambió mucho todo. Se profesionalizó mucho el certamen, hay grandes planteles, muchos jugadores de renombre. Uno se pone a ver la Zona Norte y es una B Nacional por todos los grandes que están. Es un torneo muy competitivo en el que no se pueden cometer errores. Desamparados tiene renombre en la categoría, viene de un descenso y ahora quiere volver a subir. Hay que potenciar esas cosas para hacernos fuertes”.
Finalmente, Eduardo hizo su balance de 2012: “Es un año muy especial para mí. Me casé, nació Antonella y ahora vuelvo al Argentino A con la camiseta de Desamparados. Más no puedo pedir por el momento. Quiero disfrutarlo”.