�Francisco Narciso Laprida y Fray Justo María de Oro fueron los dos sanjuaninos que representaron a San Juan en el Congreso de Tucumán que declaró la Independencia el 9 de julio de 1816.
Laprida nació el 28 de octubre de 1786 y a los 24 años se recibió de abogado. Colaboró activamente con el general San Martín en la organización del Ejército de los Andes. En 1815 fue elegido diputado por San Juan y al año siguiente fue declarado presidente del Congreso General de Tucumán y durante su gestión se declaró la independencia. Tras este hecho regresó a San Juan donde fue electo Gobernador Interino. Murió asesinado el 22 de septiembre de 1829.
Fray Justo nació el 3 de septiembre de 1772. A los 20 años se convirtió en profesor de Teología; y a los 21 recibió el presbiteriado de manos del obispo Sobrino y Minayo. Ferviente defensor del movimiento revolucionario de mayo, se trasladó a Santiago para apoyar la independencia chilena, proclamada el 18 de septiembre de 1810. Cuatro años más tarde conoció a San Martín y fue su gran colaborador desde San Juan. Fue el primer obispo de Cuyo. Murió el 19 de octubre de 1836.