Dominó cómodamente el partido. Si hasta hizo a la perfección los deberes en los dos primeros sets. Se encaminaba a una cómoda victoria en el tercero y, de pronto, chau luz. Se cortó todo.
El “Cantoni” quedó totalmente a oscuras. Eran las 23 y todo quedó en veremos. Después, tras más de una hora de espera, volvió la luz y UPCN cerró como debía ser el partido: 3-0 a Gigantes del Sur y a cobrar.
Al cortarse la luz, de la parte arbitral salió un “debemos esperar 4 horas, pero difícilmente podamos terminar esta noche…” Todo era la parte reglamentaria. Inclusive, sobre la medianoche saltó la posibilidad que las acciones continuaran en la cancha del Colegio Luján. Pero al final se terminó solucionando el tema al arreglarse el transformador que se había dañado en las inmediaciones del “Cantoni”.
Igual, el Gremial se relamió sacando una clara victoria sobre Gigantes del Sur. Pensando, lógicamente, en el plato fuerte de mañana. Nada más ni nada menos que ante Bolívar. El equipo de Tinelli que llega agrandado en la primera colocación de las posiciones. Como para ir alquilando desde ya un lugarcito en el “Cantoni”.
Es cierto, Bolívar se viene mañana. Pero volviendo a lo de anoche, UPCN demostró que es toda una potencia en esta Liga. Tanto que dejó chiquitos a los Gigantes. Con un primer parcial arrasador. Con seguridad y ofensiva en los bloqueos, buena recepción, saque acorde y un ataque sostenido y decididamente efectivo por el centro. Es que por ahí llegaron la mayoría de los puntos del equipo sanjuanino. Vía Junior o Gustavo Molina. Si a eso se le agrega la poca resistencia que encontraron Bonini, Mitrovic y Olteanu por los costados, se entiende la supremacía que ejerció el equipo de Armoa sobre su ocasional adversario.
Ese primer set lo terminó prácticamente Junior desde el fondo. El brasileño se despachó con siete saques seguidos, como para cerrar la cuenta por un 25-11 demasiado expresivo de la diferencia de potencialidades.
En el segundo set hubo una reacción del visitante pero fue más porque UPCN se relajó que por ganar en la lucha sobre la red. Igual, los dirigidos por Fabián Armoa se las ingeniaron para luchar punto por punto (siempre arriba en el tablero) y terminar ganando de nuevo con justicia. Fue 25-21, pero estaba claro que esa paridad esa superficial. Porque el Gremial, cada vez que se lo proponía, terminaba hiriendo a su rival con potencia y precisión. Como en el parcial anterior el trabajo de Demián González en el armado no mostró fisuras.
Y, en el tercer set, todo era lo mismo. UPCN terminó adjudicándose el primer tiempo técnico por 8-3 y, cuando largaba de nuevo, se fue la luz. Después volvió y el Gremial lo cerró rápido con un 25/17 concluyente. Ganó cómodo pero, en la almohada, ya estaba pensando en Bolívar.
