�En Chaco, Capitanich adjudicó el deceso a razones culturales, aunque admitió que fue por causas evitables. “Por supuesto que nos duele una muerte que se da por una cuestión cultural”, afirmó. Ensayó una débil autocrítica al decir: “por eso sabemos lo que nos falta”. Dirigentes políticos fustigaron declaraciones de la presidenta Cristina Fernández, quien tras el deceso se refirió a la muerte del niño kurdo en la crisis migratoria, cuando dijo que no quería ‘parecerse a países que dejan morir chicos en las playas‘.
