Esta semana Mendoza recibió una de las peores noticias de su historia: la multinacional Vale emitió un comunicado por el que dio a conocer que suspendía indefinidamente el proyecto minero Potasio Río Colorado, una inversión de 6.000 millones de dólares y trabajo para unas 4 o 6 mil personas, nada más y nada menos. ¿Qué pasó? Los empresarios dijeron que Argentina no ofrece garantías por la inflación y que para ellos el proyecto no es viable. ¿Qué ocurrió en realidad, según el Gobierno nacional? La empresa pidió favores por unos 3.000 millones de dólares, facilidades que incluian una especie de "contemplación" en cuanto a la exigencia de liquidar divisas en este país, por ejemplo. Acto seguido el gobernador de Mendoza, Francisco "Paco" Pérez, salió a pedir auxilio a los hombres de Cristina, donde encontró eco. Le cedieron la Casa de Gobierno y toda la fuerza mediática oficial para que diera la cara y explicara lo ocurrido. No se olvidan los acólitos K que, a pedido del mendocino, fue la Presidenta quien salió a anunciar con bombos y platillos que el proyecto estaba listo. Ese Gobernador prominero y desesperado por contener a la multinacional brasileña es el mismo que permitió que en 2012 la Cámara de Diputados de su provincia aprobara de forma unánime una ley que "protege" de la actividad minera a una amplia zona de la cordillera del Valle de Uco. ¿Sabrá Pérez que la coherencia es importante?
De qué se habla
El proyecto Potasio Río Colorado, iniciativa que cuenta con la aprobación mendocina de su Declaración de Impacto Ambiental, tiene permitido usar hasta 1m3 de agua por segundo. Veladero y Lama, los proyectos auríferos sanjuaninos, tienen permitido utilizar hasta 0,46m3/s del mismo líquido, es decir, la mitad. Y Gualcamayo, la otra mina local en explotación, 0.11m3/s. ¿Por qué la diferencia? La brasileña expuso que en el yacimiento, ubicado a 200 kilómetros de Malargüe, utilizaría la denominada "minería por disolución". Para ello perforaría dos pozos hasta encontrar el cloruro de potasio, que disolvería mediante agua caliente inyectada a alta presión para extraer las sales de potasio hasta la superficie. Para lograr ese efecto debería disponer de dos millones de metros cúbicos anuales de gas para calentar el metro cúbico por segundo de agua que demandaría el proceso. De allí hay que agregar el agua que demandarán las 4 o 6 mil personas que trabajarían permanentemente en la operación. Ni siquiera con los tres proyectos sanjuaninos funcionando, se llega a lo que iba a demandar la iniciativa mendocina. La ley que prohibió la minería en el Valle de Uco, declaró reserva hídrica a toda la región que va desde el volcán Tupungato hasta la Laguna del Diamante, una zona que abarca más de 314 mil hectáreas, aproximadamente. El agua que iba a usar Potasio Río Colorado, ¿no es importante como para prohibir su uso también?
El sector
La minería se ha convertido en una actividad sumamente volátil por los temblores financieros mundiales. Hace una década, aproximadamente, los escenarios internacionales eran un poco más seguros respecto a lo que ocurre hoy y ello les permitía a las empresas aventurar inversiones en lugares no muy seguros. La experiencia de Barrick en República Dominicana con el proyecto Pueblo Viejo, es un claro ejemplo de lo que ya no están dispuestas a hacer. El contexto político los obligó a rever varias veces el proyecto, porque las condiciones no eran las mejores. Al final los costos para asegurar ese escenario político se les fue de las manos y llegó a niveles tan altos como los operativos, cuestión que puede llevar al fracaso del emprendimiento. Pueblo Viejo se salvó, pero estuvo cerca de claudicar. Es decir, el sector no está para aguantar ambigüedades de gobernantes que no saben qué quieren. El caso de la experiencia mendocina, no se ata exclusivamente a la descripción anterior, pero seguro que ayudó.
Cómo será de complejo, que una vez conocida la noticia de Vale en Mendoza, el ausente secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, salió a juntar a los responsables de las empresas que invierten en Argentina para calmarlos. Había recibido varios llamados el funcionario y ello provocó el mitín. Dicen que el secretario debió explicar en varias horas las "concesiones" que el Gobierno estaba dispuesto a hacer con la minera Vale, ya que varios en ese encuentro le reclamaron el mismo trato.
En definitiva, la minería es altamente rentable, pero en su misma proporción es volátil. Si aquí no hubiesen sido tan firmes, es probable que hubiese pasado lo mismo que en la vecina provincia.