Llegaron desde varias provincias en busca del apreciado Sol sanjuanino. Se imaginaron postales perfectas entre las olas y el calorcito de la primavera. Sin embargo, la baja temperatura y las nubes que cubrieron todo el cielo opacaron estas expectativas, pero ni el frío pudo sacarles las ganas de divertirse. Igual se metieron al agua del Río San Juan, antes del paredón del Dique de Ullum. Así, unos ochenta palistas desafiaron las olas en el Kayak Club San Juan durante la primera Copa Andina de Canoa Slalom, que empezó ayer y continua hoy.

“La adrenalina hace que no sientas el frío”, “hace mucho que esperamos esto y no lo íbamos a dejar pasar” y “lo importante es divertirse sin que la baja temperatura influya”, fueron algunas de las razones que los deportistas dieron a la hora de contar por qué desafiaron al agua y al frío. Concentrados para no perderse ni un obstáculo del desafío y entre las olas artificiales los deportistas demostraron que la baja temperatura no se sintió dentro del agua.
Afuera, en la orilla del río, fue otro el panorama. Es que, además de los palistas, los que también le hicieron frente al viento helado fueron los espectadores. Si bien hubo menos gente que años anteriores, los organizadores se sorprendieron por la cantidad de personas que se acercaron a ver el espectáculo. Con mate y café y abrigados a más no poder, el frío fue la conversación de todos y cada uno tuvo distintas estrategias para calentarse.

Junto a una fogata, que encendieron a primera hora de la mañana, la comitiva del equipo de Necochea disfrutó del desempeño de los chicos. Mientras que agazapados en un quincho improvisado hasta con las fundas de las canoas, varias familias sanjuaninas hicieron un picnic junto al agua.