Casi en silencio absoluto y con parte de su cuerpo paralizado por su discapacidad, se convirtieron en artistas durante un rato. Fue gracias a la solidaridad de los peatones que detuvieron su marcha y les sostuvieron la mano para ayudarlos a pintar. De esta forma, los chicos de la Fundación Abril, que educa a discapacitados (la mayoría con parálisis cerebral), realizaron una intervención artística en la Peatonal, y sin mediar palabras interactuaron con la gente. Ayer participaron más de 10 chicos de distintas edades y lo seguirán haciendo hasta el jueves próximo en horario de mañana y tarde.
Corazones, flores de colores o simplemente algunos rayones pintados sobre un fondo blanco fueron parte de las obras que hicieron, gracias a que la gente que caminaba por la peatonal los guió sosteniéndoles las manos. Otros, tiñeron sus dedos de amarillo, rojo o azul y dejaron sus huellas. ’Sentía curiosidad por lo que hacían y me animé a pintar’, dijo Laura Godoy, una de las personas que sostuvo la mano de Joaquín, uno de los chicos que dejó su marca.
La actividad fue exitosa ya que a pesar de que en un principio costó que la gente se animara a participar, después hasta hicieron un gran círculo para ver qué es lo que los chicos estaban haciendo. Algunos hasta sostuvieron en sus brazos para poder acercarlos hasta el caballete, en donde estaba la pintura, porque solos no podían hacerlo. También participaron las familias de los discapacitados, quienes pintaron sus manos para marcarlas sobre el fondo blanco.
La jornada fue emocionante y llevó a que los papás tuvieran que secar sus lágrimas a cada rato. Los chicos mostraron su alegría de estar en el microcentro. Con pequeñas sonrisas o tratando de acaparar todo con la mirada dejaron traslucir el entusiasmo que les generó la jornada. Los que tenían más movilidad en su cuerpo aplaudieron para expresar la felicidad que les generó ser artistas por un rato y rodeados de tanta gente.
’Para ellos es muy especial esta salida. Casi nunca hacen actividades al aire libre y en grupo porque se nos complica movilizarlos con sus sillas de ruedas’, dijo Laura Vedia, una de las profesoras, mientras otra docente no dejó de sacar fotos a los chicos artistas.

