�La imposición de Brasil de bromurar previamente para permitir el ingreso de uvas de mesa argentinas fue y es un verdadero dolor de cabeza para los exportadores por las múltiples dificultades técnicas y logísticas para llevarlo a cabo, lo que determinó que varias empresas decidieran no preparar el producto para dicho mercado. Y aquellos que lo hicieron, en un 90% aproximadamente (según datos de la Cámara de Comercio Exterior) debieron soportar el rechazo de sus uvas, por arribar en mal estado. En San Juan se abrieron 6 plantas de bromuración en diferentes frigoríficos exportadores de esa fruta, y el Gobierno provincial invirtió 2 millones de pesos para la construcción y apertura de una planta bromuradora en el parque industrial de Albardón. El año pasado las exportaciones de uva en fresco en valores FOB decrecieron -7.6% comparando los U$S 25 millones facturados en el 2014 contra los U$S 27 millones de 2013.