Las cifras de prescripción de Metilfenidato, una droga neuroestimulante cuyo nombre comercial más conocido es Ritalina y que se utiliza para el tratamiento del Síndrome de Atención Dispersa (ADD) sobre todo en niños, aumentó un 30% en el primer semestre de 2011, si se lo compara con el primer semestre de 2010. De los 1.000 envases que se recetaron en ese período de 2010, a razón de uno por mes y por niño, creció a 1.313 envases para igual lapso en 2011. La cifra resulta del análisis realizado por la División Farmacia de Salud Pública, ya que la Ritalina se prescribe únicamente en un recetario por triplicado y numerado, que debe ser adquirido por los médicos directamente en esa área. Por tratarse de un psicofármaco, la droga es auditada y su venta controlada, para evitar su mal uso.

El dato llamó la atención del titular de la División Farmacia del Ministerio de Salud Pública, Mario Carmona, quien reveló otro dato significativo. ‘En nuestras estadísticas -dijo- el aumento en la prescripción de esta droga siempre va asociado al comienzo del año escolar. La mayor cantidad de recetas siempre aparecen en los meses de marzo y abril, que es cuando los chicos empiezan a ir a la escuela. En esta caso, de 40 envases prescriptos en enero de 2010, se recetaron 79 en igual mes de 2011; y de los 98 envases prescriptos en febrero del año pasado, para el mismo mes de este año se recetaron 162 envases‘.

Carmona explicó que la preocupación está centrada en el hecho de que la Ritalina es una droga muy cuestionada desde distintos sectores de la salud. ‘El hecho de que quienes la consumen son niños genera mucho debate, porque tiene muchos efectos secundarios. Quienes la prescriben, por lo general, son neurólogos infantiles, aunque también hemos visto que la recetan los mismos pediatras‘, dijo. Entre los efectos secundarios enunciados en el propio prospecto de la Ritalina, figuran los dolores de cabeza, la pérdida de apetito y un excesivo apaciguamiento de los chicos que la consumen. ‘Las voces en contra -resumió Carmona- por lo general provienen de psicólogos y psicopedagogos, quienes sostienen que lo único que se consigue con la Ritalina es mantener a los niños dopados‘.

El ADD se define como un síndrome conductual con bases neurobiológicas y un fuerte componente genético. Según estimaciones, afecta a entre un 5% y un 10% de la población infanto-juvenil, siendo unas 3 veces más frecuente en varones. No se han demostrado diferencias entre diversas áreas geográficas, grupos culturales o niveles socioeconómicos. Representa entre el 20% y el 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil.