�El arquero de Boca Unidos, Gastón Sessa, profundizó sobre las sensaciones en el campo de juego cuando Gómez cayó descompensado. “Fue un momento de mucha desesperación. Según nos dijeron, tenía todos los síntomas de una muerte súbita. Se le iba la lengua para atrás, los ojos se le ponían blancos y tenía convulsiones. Estuvo perfecto que se suspendiera el partido. Nosotros, siendo rivales, no podíamos recuperarnos de lo que había pasado así que imaginate cómo debían estar sus compañeros y amigos”, aseveró el Gato. Sobre la atención en el césped, el cuidapalos tiró que “los médicos actuaron con rapidez. La ambulancia tardó un poco más en llegar. Tendría que haber estado de punta a la cancha y estaba marcha atrás. El portón lo abrieron rápido. Se trata de una tragedia y no queda más que apoyar a los familiares y compañeros de Gómez”.