�El papa Francisco advirtió ayer que la crisis mundial está haciendo mucho daño a los jóvenes y que se corre el riesgo de que haya una generación que nunca ha tenido trabajo.
Como es tradicional en cada viaje al extranjero de un Papa, Francisco charló y bendigo a periodistas de todo el mundo que lo acompañaron a bordo del avión que le lleva de Roma a Río de Janeiro, en primera clase, pero sin lujos. ‘Este primer viaje es para encontrar a los jóvenes, a los que quiero encontrar no aislados, sino en medio del tejido social. En sociedad, ya que cuando aislamos a los jóvenes les hacemos una injusticia pues les quitamos la pertenencia‘, añadió el papa. Francisco agregó que ‘los jóvenes pertenecen a una familia, una patria, una cultura y una fe y hay que mantener esa pertenencia. Ellos son el futuro de un pueblo, porque tienen la fuerza, la juventud y van hacia delante‘, pero también recordó que ‘en el otro extremo de la vida, están los ancianos‘.
‘Un pueblo tiene futuro si camina hacia adelante, con los jóvenes, con la fuerza que llevan‘, dijo el papa argentino, quien subrayó que ‘muchas veces se comete la injusticia de dejar de lado a los ancianos al pensar que no tienen nada que darnos, pero ellos tienen la sabiduría de la vida‘.
