Desde hace tres décadas, en la enorme fosa que hay por calle Oro y Luna, en Chimbas, la gente tira los residuos domiciliarios. Este lugar está habilitado por Medio Ambiente, pero sólo como escombrera. Es decir que allí los municipios de Chimbas y Santa Lucía pueden depositar restos de obras, hojas, pasto y leña, pero no botellas, bolsas de nailon ni residuos orgánicos. Aún así, esto es una práctica frecuente en el lugar, donde además está proliferando el cirujeo. Esto es lo que dijeron algunos vecinos de la zona que hicieron la denuncia varias veces ante distintos organismos. La situación también fue detectada por un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ.

Aún de día se puede ver la humareda que queda de las fogatas que inician por las noches quienes van al lugar a sacar cartón, botellas y otra clase de elementos que pueden venderse para ser reciclados. Sucede sólo de noche porque es cuando no hay control y es cuando ingresan vehículos particulares para tirar basura. Desde hace un año, Medio Ambiente colocó una persona en la entrada del predio, pero sólo está por la mañana. Los vecinos de los barrios contiguos pusieron las quejas a los municipios de Santa Lucía y Chimbas, que son las comunas que depositan los escombros en ese lugar, pero dicen que nunca tuvieron respuesta.

"Es insoportable porque el humo entra en las casas y así no se puede vivir. Además no sólo hay hojas y escombros. Abundan las bolsas y los pañales", dijo Claudio Orellano, que vive en el barrio Comuna San Miguel, ubicado al este de la escombrera. Lo que piden los vecinos es que se cierre el lugar y que se controle la entrada de camiones y no se deje entrar gente que luego queme la basura.

Antonio Benítez es quien cuida el lugar durante la mañana. "Por la noche esto es tierra de nadie. Viene cualquiera a tirar basura, por eso se mezclan los residuos con los escombros. Los que se dedican a separar la basura son los que hacen las fogatas. Después me paso el día tratando de apagarlas", dijo el hombre. Ante esta situación, Medio Ambiente decidió cercar el lugar, que abarca al menos 4 manzanas, y colocar un portón en la entrada. Esto se hará en los próximos días, según dijo Raúl Tello, al frente de la repartición. Otra de las medidas que tomarán será poner custodia durante las 24 horas del día para evitar que entren personas ajenas a los municipios que están autorizados a depositar escombros en el lugar.

Lo que se vive adentro de esta escombrera fue objeto de estudio de investigadores de la Facultad de Sociales de la UNSJ. La investigación se llevó a cabo desde el Instituto de Investigaciones Administrativas y Contables. Fue expuesta hace unas semanas en el marco de la Semana de la Ciencia y Técnica. El equipo pudo registrar cómo es el movimiento de la gente que va al basural a recoger residuos para luego venderlos y los peligros a los que se ven sometidos. "Hay niños enfermos y están expuestos a sufrir cualquier tipo de accidente", dijo Laura Jaime. No es la primera vez que la UNSJ trabaja en temas ambientales. Y lo que hacen con las investigaciones es darlas a conocer a los municipios afectados para que puedan tomar medidas.