Cada vez que se detecta un caso de Covid-19 en alguna zona puntual, comienza un nuevo operativo de bloqueo de barrio o de construcción de una burbuja de prevención. Más de 100 personas, todas vestidas con trajes blancos, celestes o verdes que sólo permiten que quede a la vista los ojos, se adueñan de los barrios e invaden cada manzana buscando información para bloquear el avance del virus. Esta postal, que parece salida de un thriller y que en muchos sanjuaninos provoca una fuerte tensión emocional, es parte de la realidad que se vive en la provincia desde hace una semana, cuando detectaron los primeros casos del brote en Caucete, con los que empezaron a aislar zonas de forma preventiva. Para que este trabajo se lleve a cabo de la mejor manera y para que el bloque realmente cumpla con el objetivo, varios ministerios y otras instituciones, como el RIM 22, aúnan esfuerzos y trabajan con un plan detalladísimo que incluye hasta la elección de la zona donde estacionarán los camiones con la mercadería para entregar. Para revelar cómo es la logística minuciosa de estos operativos, DIARIO DE CUYO habló con las autoridades que comandan este trabajo.
"Estas burbujas reciben el nombre de operativos de seguridad o de zona de control de brote", dijo Matías Espejo, subsecretario de Medicina Preventiva, quien es uno de los que dirigen los controles, y comentó que ellos son los que organizan el operativo y los que se encargan de convocar (generalmente esto se hace unos pocos minutos antes de comenzado el bloqueo) a los demás afectados. Mientras que desde el ministerio de Desarrollo Humano dijeron que estos bloqueos llevaron a que ellos asistan con mercadería y kits de limpieza, hasta ahora, a más de 20.000 personas en los distintos departamentos.
Los operativos de bloqueo comienzan cuando se detecta un nuevo caso. Las autoridades de Salud identifican el domicilio (sin informarlo públicamente) de la persona infectada y seleccionan la zona que quedará dentro de la burbuja. Luego comienza la etapa de premovilización de los equipos. En un punto a convenir se reúnen todas las personas afectadas a ese bloqueo, que es dirigido en terreno por el director del hospital de ese departamento o por el jefe de área programática del Ministerio de Salud. Ahí se reúne personal de Seguridad, Desarrollo Humano y hasta del RIM 22, sumando en promedio unas 100 personas. Aquí cada persona recibe el equipo de seguridad que está previamente desinfectado, al igual que los elementos de trabajo que cada uno deberá ingresar a la burbuja, como por ejemplo las planillas de las encuestas, mapas de la zona y otros documentos. "Hasta se les recuerda a las personas cuáles son los síntomas y cuáles son los procedimientos de limpieza y desinfección para que ellos puedan asistir a los vecinos", agregó Espejo y dijo que luego de eso sigue el trabajo de movilización.
Antes de iniciada esta etapa hasta se chequea que los choferes conozcan la ruta establecida para llegar a la zona afectada y luego se empieza con el desplazamiento del convoy.
Al arribar a la zona afectada, los transportes deben estacionar en los lugares asignados previa evaluación, pues luego de ese trabajo comienza el despliegue de instalación de los puestos de testeos y la distribución de las brigadas para que recorran las manzanas del barrio bloqueado. "Los puestos de testeos suelen ser plazas, pero también puede ser una unión vecinal o una cancha", agregó el funcionario y dijo que este espacio debe ser abierto y grande, pues ahí se arma una sala de espera, un corredor para que las personas se dirijan al testeo, uno para que salgan de esa zona y otro sector para que esperen los resultados.
Mientras este trabajo se realiza, las brigadas recorren el barrio para hacer las encuestas. Cada brigada está formada por un trabajador de Salud y alguien de Desarrollo Humano (del ministerio y del municipio) y se encarga de una manzana del barrio. "Ellos llevan una planilla integral que se debe llenar con datos sanitarios y socioeconómicos. Hay preguntas que tienen que ver específicamente con la patología coronavirus y otros que tienen que ver con otras necesidades", dijo Espejo. Además, comentó que las demás preguntas sirven para conocer si hay personas de los grupos de riesgo, quienes deben salir de la burbuja porque por ejemplo se dializan diariamente, y quienes necesitan ayuda con medicamentos o alimentos. Es aquí que gran parte de la ayuda del Ministerio de Desarrollo Humano y de los soldados del RIM 22 se pone en juego, pues ellos son los que casa por casa dejan en la puerta los bolsones con comida y con elementos de limpieza, hasta que el barrio sea desbloqueado.
Eso sucede al terminar el trabajo de entrecruzamiento de datos y una vez que están los resultados de los hisopados hechos a las personas de la zona.
- Ejército
"Tenemos un grupo fijo que colabora en los bloqueos a los barrios", dijo el jefe del RIM 22, Rolando Labrousse, y comentó que esas brigadas de soldados las tienen desde que comenzó la emergencia sanitaria y que se cambian cada 14 días. Se encargan de la distribución de los kits y llevan su traje de protección. "Nos identificamos porque llevamos el casco verde arriba del traje", dijo y contó que a los integrantes de este equipo se los controla diariamente y que se quedan en el regimiento para evitar estar en contacto con la comunidad. "Cuando llegan al regimiento se desinfectan y se duchan, y hasta se limpia las movilidades", agregó.
- Desarrollo Humano
Esta cartera se encarga de asistir a los vecinos y colabora con las encuestas. "Entregamos la mercadería, los kits de limpieza y si hace falta pañales o medicamentos que Salud no tenga, también los gestionamos nosotros", dijo Fabián Aballay, ministro de Desarrollo Humano. Agregó que ellos mandan a cada barrio unas 15 personas para que se formen las brigadas y para que colaboren en otras tareas en caso de ser necesario. "Nuestro personal está capacitado y tenemos ya designados referentes para cada departamento", agregó y dijo que a este personal se le controla su estado de salud antes y después de cada operativo.