Si se mantiene el estatus sanitario en la provincia, el 10 de agosto (dentro de 26 días exactamente) iniciarán las clases unos 29.400 alumnos en 14 de los 19 departamentos: no se incluye dentro del grupo a los que pertenecen al Gran San Juan, es decir Capital, Rivadavia, Rawson, Santa Lucía y Chimbas, que por el momento se mantendrán bajo la modalidad virtual. El criterio y según se informó desde el Ministerio de Educación, es ver la evolución del estatus sanitario provincial, considerando que estos departamentos son populosos y de matrícula numerosa, aspecto a considerar para evitar aglomeraciones. Por otra parte, la intención es ver cómo funciona la experiencia en los 14 departamentos, además de evaluar qué pasa con la asistencia, teniendo en cuenta que es decisión de los padres si mandan a su hijo a la escuela o no y optan por continuar con la educación virtual.

Para los departamentos que sí vuelven, la prioridad es para los alumnos de Sexto de primaria y Sexto del secundario, que son los de cambio de nivel y no se incluye, por el momento, al Nivel Inicial ni la Educación Especial. Pero sí se agregan secundario técnico, las escuelas agrotécnicas, las escuelas de capacitación laboral, los centros de formación profesional, educación de adultos, terminalidad primaria, educación no formal y educación superior, lo que abultan el número de alumnos que empezarán a movilizarse desde la segunda semana del mes que viene.

Hasta hace unos 10 días en Educación dijeron que eran unos 25.000 los alumnos que regresarían en la primera o segunda semana de agosto. Pero anoche fuentes de ese ministerio aclararon que aquél cálculo se hizo sólo con dos niveles y no con seis que es la decisión que se comunicó recién ayer. De igual forma, las mismas fuentes aseguraron que las cifras son estimativas y que el número final se conocerá el día que comiencen las clases presenciales.

En cuanto a la virtualidad, por ahora lo que se baraja y que deberá definirse en estos días en el protocolo sanitario provincial, es que los alumnos puedan asistir bajo dos opciones. Por un lado, desdoblando el grupo según la cantidad de alumnos. Así por ejemplo, si son 30 en total, 15 asistirán a la escuela y los otros 15 seguirán su educación en modo virtual; para la semana siguiente intercambiar el grupo. La otra alternativa y considerando las aulas disponibles al no asistir el resto del alumnado, es que el grupo asista completo pero dividido en diferentes aulas separadas. Siguiendo el ejemplo de 30 y que según lo previsto que es de 15 a 20 alumnos por aula, 15 de los alumnos estarán en un aula y los otros 15 restantes en otra. Esto considerando también la modalidad de "aulas burbujas", es decir, alumnos ubicados a 1,5 metros de distancia, en modelos que puede tener estudiantes sentados en los vértices de las aulas o en paralelo y un pasillo central para el desplazamiento de los docentes. En todos los casos, será condición para toda la comunidad escolar la asistencia con tapabocas, alcohol en gel y lavado de manos, distanciamiento social y recreos en horarios diferentes.

 

El grupo de los nueve

San Juan, junto a Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Formosa, Santa Fe, San Luis, Corrientes y Misiones, integra el grupo de las nueve provincias argentinas que vuelven a clases presenciales (aunque en distintas condiciones) después del receso invernal de este año.

Algunas lo harán el 3 de agosto, otras el 15 y en el caso de San Juan, se fijó fecha para el 10 de agosto. Son las provincias que han avanzado en sus protocolos y que cuentan con zonas, localidades, pueblos y microrregiones en la fase 5 de distanciamiento social. En todos los casos, corresponderá que en cada provincia el anuncio se efectúe oportunamente por parte del respectivo gobernador. La confirmación llegó por parte del Ministerio de Educación de la Nación, luego de la videoconferencia que mantuvo ayer el titular de esa cartera, Nicolás Trotta, con gobernadores y sus pares provinciales, respecto del regreso de las clases presenciales. En el encuentro, los mandatarios provinciales coincidieron en el retorno gradual y escalonado a clases, con asistencia alternada, centrando esfuerzos en aquellos alumnos con necesidad de continuidad pedagógica, por limitaciones o ausencia de conexión a internet.