La sesión de ayer para tratar la ley de glaciares se demoró más de una hora en comenzar. Fue porque los tres diputados basualdistas (foto) se negaban a bajar al recinto. Cuando aparecieron, dijeron que no iban a sesionar si el oficialismo no incluía las reservas de agua dulce entre los recursos a preservar, cosa que finalmente sucedió. Y la ley, como se preveía, salió aprobada por unanimidad y hasta los opositores argumentaron sobre sus beneficios.

El único que tiró artillería fue Enrique Castro (bloque Obrero), pero contra los basualdistas. Elípticamente los criticó por considerar que lo intentaron dejar afuera del Consejo que será autoridad de aplicación. Finalmente, el oficialismo garantizó que él y el resto de los bloques opositores -basualdismo y bloquismo- tendrán un representante en el organismo.