El tema del apoyo de los diputados sanjuaninos a la ley de medios venía con polémica en la discusión previa, incluso en el propio bloque oficialista, y al final terminó resultando en un tibio respaldo al proyecto oficial que impulsa el Gobierno de Cristina Fernández. Con el rechazo de los diputados basualdistas y con la adhesión de los oficialistas y de la bancada bloquista, la Legislatura local aprobó ayer una declaración que se queda a medio camino entre el respaldo liso y llano y una adhesión simbólica. La iniciativa aprobada dice que “la Cámara de Diputados de San Juan declara su adhesión a la democrática decisión de abrir al debate en el Honorable Congreso de la Nación y a la comunidad por medio de audiencias públicas del proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual” que se debate en el Senado (ver página 6). Las diferencias se habían dado no sólo con la oposición basualdista, que tiene fuertes críticas al proyecto y que incluso ya fueron fundamentadas en el debate parlamentario en el Congreso por la diputada nacional Adriana Marino, sino que hasta hubo disidencias en el propio bloque oficialista, según dijeron fuentes legislativas. Según las fuentes, el proyecto original que había elaborado la diputada Rosalía Garro incluía un apoyo expreso a la ley K, pero que se había modificado, según ella misma dijo ayer, para sumar la adhesión del bloque basualdista y sacarlo por unanimidad. Esto al final no sucedió. Incluso el diputado opositor Armando Campos dijo en la sesión de ayer que “no se concibe una declaración de beneplácito para que un proyecto del Ejecutivo se trate en el Congreso”. Acto seguido preguntó: “¿en qué lugar se iba a debatir?”. El proyecto que figuraba en el orden del día era de resolución e incluía hasta una “recomendación” a los senadores nacionales por San Juan a la sanción “de una ley” de servicios audiovisuales. En ningún lado decía que era para apoyar el proyecto del Gobierno de Cristina Fernández. Al final hasta ese párrafo fue eliminado. Pero no fue el único pasaje que fue desestimado. Tampoco quedó otro que hablaba de “saldar una deuda con la democracia mediante el dictado de una norma actualizada, para afirmar las bases de una legislación moderna…”.
