Durante décadas, muchas amas de casa hicieron salsa casi como un hecho periódico o costumbrista, como ocurrió con los dulces o conservas, pero estos tiempos de comestibles caros en las góndolas de los supermercados resaltan el gran valor de que hacer salsa es una buena forma de ahorrar. En promedio, teniendo en cuenta el costo del tomate, el envase, las tapas y los gastos de cocción, una botella de salsa casera cuesta por unidad unos 3,50 pesos, mientras que en los comercios ese valor asciende a 7,50 pesos o más.

“Hago salsa todos los años y uno a la larga nota que termina ahorrándose mucha plata de esta forma, porque por ejemplo con 100 botellas en nuestra familia pasamos el año y si empiezo a sacar cuentas finas, creo que me ahorré mis buenos pesitos que si las compraba en el almacén me salen el doble o más´´, contó Rosa (67), quien aseguró que desde que tiene uso de razón en su casa se hizo salsa de tomate.

En cambio para otros, hacer salsa en la casa es un negocio que deja un dinero extra y se convierte en una tarea que en marzo de cada año resulta ser un trabajo adicional para sumar buenos ingresos y nutrir la economía familiar. En su finca, Graciela Gouric junto a su marido, se ocupan todas las temporadas de hacer salsa de tomate y también dulces caseros para vender. “Esta semana hicimos unas 1.000 botellas más o menos y ya veremos si elaboramos más en estos próximos días. Para nosotros es una tarea donde toda la familia se involucra y diría que no resulta un trabajo como cualquier otro, porque uno lo hace con todo gusto y en casa´´. Graciela cuenta que sumando todos los gastos de elaboración, cada botella de costo ronda los 3 o 3,50 pesos, incluyendo la valoración de la labor en todo el proceso que implica llegar al producto terminado.