La cabalgata debía partir a las 7 desde el predio de la ex Bodega El Parque, pero algunos gauchos partieron una hora antes para cabalgar tranquilos hasta la Difunta Correa. Algunos lo hicieron por la falta de experiencia en este tipo de travesías, otros por tener caballos difíciles de dominar o por viajar con niños.
Aún no había amanecido, y ya se podía ver a algunos jinetes por la Senda del Peregrino. Entre ellos, Noemí Figueroa, quien dijo que se adelantó a la cabalgata por temor de principiante. ‘Es la primera vez que participo en esta cabalgata y por eso decidí largar antes. No quiero que mi torpeza pueda ser un obstáculo para los demás jinetes. Así voy sola y tranquila’, dijo la chica.
Pero, en realidad, no cabalgó tan sola como pensó. A ella se sumaron cerca de 100 jinetes que también prefirieron adelantarse al contingente.
Al trote, José Luis Silva pasó a este grupo de gauchos madrugadores. Quiso alejarse del grupo para no incomodarlo. Dijo que su caballo ‘es muy brioso’ y cuesta dominarlo, por eso prefiere cabalgar en soledad.
Pero, no por madrugar estos gauchos se perdieron la oportunidad de disfrutar las sopaipillas y mate cocido que algunas personas repartieron a la vera del camino. Los puestos donde invitaron estos alimentos, estuvieron abiertos desde las 4 de la madrugada.
Tampoco se privaron de entrar con la cabalgata a la Difunta. Antes de llegar a Vallecito, pararon para esperar al resto de los jinetes.

