Luego de que reglamentaran hace dos años una ley que tenía más de 10 años de antigüedad, Medio Ambiente pudo empezar a controlar el tema de los residuos peligrosos en la provincia. Así, en el 2008 dieron 5 certificados ambientales a los que generan, transportan y operan residuos peligrosos; el año pasado la cifra aumentó a 52 y en la primera mitad del 2010 ya prácticamente se dio la misma cantidad que en todo el 2009.Y el motivo de tanto crecimiento en los números, según el director de Gestión Ambiental, José Luis Espinoza, no sólo tiene que ver con la reglamentación de una norma sino también con un mayor control de parte del área.
Así ya son 45 las empresas, instituciones y particulares las que recibirán este mes nuevas certificaciones. Estas tienen una vigencia de un año y se entregan después de un riguroso control que hace la unidad de Residuos Peligrosos en cada caso. Son considerados desechos de este tipo los generados en industrias, lubricentros y servicios del automotor; los patogénicos que se sacan de hospitales, clínicas, centros odontológicos, laboratorios y veterinarias, y todos los que afecten el ambiente. Por lo que su producción, manipulación y transporte necesitan un certificado ambiental. Doce personas son las encargadas de las inspecciones, que hacen luego de recibir los pedidos e informes de los interesados.
