Quien vivió como un aficionado más la carrera fue el intendente de 9 de Julio, Walberto Allende. Como siempre fue anfitrión de todos quienes visitaron su Departamento y se preocupó y lamentó que el viento, una vez más, le arruine la fiesta.

"Es una pena, la tarde estaba hermosa’, confió mientras le ofrecía a Juan Carlos Gioja, intendente de Rawson, la posibilidad de que fuera el quien bajara la bandera a cuadros. Como su colega no accedió, algunos dijeron que por una cuestión de cábala, fue quien oficializó el triunfo de Darío Díaz.

Después, cuando la tormenta de tierra deshizo todos los planes para coronar a los mejores en la plaza, fue el mismo Allende quien se ocupó de improvisar la entrega de premios dentro del palacio municipal. Allí, con la presencia de sus colaboradores y de la reina departamental (Aylén Mestre) se encargó de brindar todas las atenciones posibles a los visitantes.

Después, sonriendo, compartió junto a Gioja la entrega de los sobres con los valores en efectivo con los que el Club Del Bono materializaba la premiación de la carrera. Fue una tarde distinta en donde las cuestiones de estado dejaron su espacio para que el ciclismo colmara las expectativas de los mandatarios de Rawson y 9 de Julio.