En el ingreso al camping de Pedernal y a diferencia de lo ocurrido en el acceso a Agua del Baño, habían cuatro gendarmes que se encargaban no sólo de detener las movilidades de los fanáticos, sino también de hacerlos descender en algunos casos para revisar si traían entre sus pertenencias bebidas alcohólicas. La gente tomó muy bien esta medida entendiendo que era algo tendiente a controlar la seguridad y de acuerdo a lo informado por los gendarmes hubo apenas un par de botellas de fernet que debieron ser quitadas a sus propietarios. Otro punto donde los gendarmes hicieron foco fue en el control del medio ambiente, al no permitir que se tire basura en lugares incorrectos.
