Desde afuera parece el galpón de siempre. Pero basta con atravesar la puerta principal para encontrarse con otro mundo. Un viaje en el tiempo a través de cuatro salas que enseñan desde la flora y fauna, hasta los hallazgos más importantes que se hicieron en el lugar, a nivel paleontológico.
Corporizaciones impactantes, gigantografías, iluminación impecable y hasta con el piso alfombrado. Así quedó el Centro de Interpretación que depende del Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ que está en el ingreso del Parque Ischigualasto. No sólo se trata de un cambio estético. También se reformuló el contenido de la información.
El avance de las sala, que son cuatro, va desde la actualidad, pasa por un viaje en el tiempo, hasta llegar al triásico. Otro modo de lectura es que empieza con el aspecto biológico para pasar por el geológico y terminar con el paleontológico. Este centro surgió en 2003 por la necesidad que tenía la gente de “ver” los dinosaurios. Con el correr del tiempo se fue reformulando el modo en que se planteaba la información a los visitantes.
Al ingresar al Centro de Interpretación hay una antesala en la que colocaron dos corporizaciones. Ninguna es de dinosaurios. Una es de los antecesores de los actuales cocodrilos y otra de los antecesores de los mamíferos. Esta selección no fue casual ya que lo que se intenta mostrar es que la riqueza de Ischigualasto va mucho más allá de los dinosaurios.
Las salas son cuatro (ver infografía). La primera se llama Ischigualasto hoy y hay gigantografías imponentes mediante las que se muestra la flora y la fauna autóctona del lugar. Se puede ver desde
un cóndor, un guanaco, un puma, hasta una tortuga. Luego de los animales, les toca el turno a las plantas entre las que el algarrobo se gana toda las miradas por una infografía que explica la importancia del mismo. El gran atractivo de esta sala son las enormes figuras de animales, en tamaño real y en las que los visitantes se pueden parar al lado y comparar su altura respecto a las distintas especies, como con un ñandú, un puma y hasta un cóndor.
La segunda sala muestra los cambios en Ischigualasto. En este espacio se explica al visitante que lo que hoy es un desierto antes estuvo cubierto de ríos y mucha fauna, hace 250 millones de años. En este sector, se muestra 6 momentos de la vida del planeta. En la sala tercera está Ischigualasto en el Triásico. Es la más llamativa porque las imponentes corporizaciones de dinosaurios llaman la atención, al igual que el enorme diorama con el paisaje típico de hace 200 millones de años.
Al finalizar el recorrido, en la sala 4 está todo lo que tiene que ver con las investigaciones en Ischigualasto. Allí están expuestos los tesoros que encontraron a lo largo de las distintas campañas (continúa en la página 12).
Fama de Ischigualasto
1 – Preserva los dinosaurios más antiguos y primitivos del mundo. Esto se pudo comprobar al datar las rocas donde fueron encontrados. El estudio de sus restos indican también que son los más primitivos ya que poseen muchas características compartidas con sus ancestros reptiles.
2-Aportó, cómo único yacimiento, la mayor cantidad de dinosaurios basales conocidos. Durante los últimos 25 años se descubrió 5 de las 7 especies de dinosaurios más antiguos del planeta. No hay otro lugar en el mundo que permita estudiar sus interacciones con otras especies del triásico.
3-Modificó la antigua teoría respecto a la aparición y evolución de los dinosaurios. Hasta hace poco se creía que los dinosaurios habían evolucionado lentamente hasta el jurásico. Pero la enorme variedad de dinosaurios diferentes hallados argumenta que los del triásicos eran muchos.
4-Demostró la co-evolución entre paleoambientes y comunidades de vertebrados y plantas. La cantidad de km2 con afloramientos de rocas triásicas, con presencia paleovertebrados, plantas fósiles, y cenizas volcánicas, permitió entender cómo los factores ambientales influyeron en la fauna.
