A tres días de que dos chicos de 12 y 15 años sufrieran quemaduras mientras jugaban en un predio que pertenece a una bodega, desde la Secretaría de Ambiente dicen que la falta de control de la empresa está vinculada a que se produjera este accidente. Según Yalia Daroni, la secretaria de Desarrollo Sustentable, la bodega, que se dedica a la fabricación de mosto concentrado, no tiene un plan de gestión que indique qué hacer con los residuos del proceso productivo. Sumado a eso, el lugar que es de fácil acceso y que presenta varios peligros evidentes, sigue sin un cierre perimetral o cartelería que indique los riesgos. La bodega en la que sucedió el accidente se llama Jugos y Vinos Andinos SA. Desde la empresa ubicada en San Martín no dieron explicaciones.
La Secretaría de Ambiente ya abrió un sumario a la empresa. Se está investigando las causas del accidente y la responsabilidad que tiene la bodega. Es que el incidente ocurrió en unos montículos en donde hay una gran cantidad de residuos. Sin embargo lo que produjo las quemaduras fue una porción pequeña de ese montículo. Por eso se está analizando las causas, pues el material estaba tratado, dijeron desde Ambiente. “La empresa tiene que hacer un análisis para explicar qué fue lo que pasó. Ellos no tienen un plan de disposición final de los residuos. Creemos que la empresa falló en no tener certeza de qué tipo de residuo se está desechando. Es que si bien los niños no deberían estar ahí, ellos no pueden desconocer qué tienen dentro de su predio”, explicó Daroni, en base a las declaraciones que les dieron desde la bodega.
Además dijo que les contaron que esos montículos están ahí desde hace dos años. “Pero no sabían qué hacer con ellos, esa es la respuesta que nos dieron a nosotros”, agregó la funcionaria.
Sumado al descontrol de la empresa respecto a los residuos, el lugar tiene varios peligros. Una huella a un lado de la calle San Isidro, de fácil acceso, lleva hasta el fondo de la bodega, en donde un enorme piletón representa un gran riesgo pues está repleto de líquido y varios montículos hacen que sea fácil llegar hasta el borde de este piletón. “Podrían haberse ahogado, en vez de quemado”, dijo la madre de uno de los niños, que es quien pide desesperadamente que el lugar tenga un cierre perimetral y carteles que indiquen el peligro. Al respecto desde Ambiente dijeron que ellos no pueden exigir este cierre pues no tienen una legislación que lo establezca, mientras que desde la Municipalidad, el intendente Pablo Santibáñez dijo que cree que no hay ordenanza que lo exija. Ambas instituciones aseguraron que debería ser Planeamiento quien exija este cierre, pero desde la repartición no respondieron a este diario.
En medio de esta investigación, los chicos siguen evolucionando. “Si bien no sabemos qué los quemó, se descarta que sea un químico. Creemos que es una quemadura térmica, es decir como si hubieran tocado carbón”, dijo Inés Garcés, la jefa del Servicio del Quemado del hospital Marcial Quiroga.

