En la última semana de abril hubo una amenaza que causó revuelo en el Concejo Deliberante rivadaviense. “Si Peña no se comunica antes de las 12, va a explotar una bomba’, fue el mensaje telefónico que recibió una secretaria. Pero todo fue una falsa alarma. Al edil le endilgan ser abogado defensor de un violador y él lo negó de plano primero, aunque después se supo que era cierto.