Lo que primero era una tenue sospecha en el Gobierno finalmente terminó de consolidarse como hipótesis firme, algo que fue admitido por la jefa de Epidemiología, Mónica Jofré. La mayoría de las pistas que ya recogieron apunta a que el brote de coronavirus en San Juan que nació en Caucete, se extendió a varios departamentos más y obligó a volver a la cuarentena, es producto de una fiesta clandestina.

Lo que creen en Salud Pública, apoyados en varios testimonios de contagiados de Covid-19, es que hubo una fiesta ilegal que fue organizada por un joven de Santa Lucía, en una finca de Caucete, y que tuvo más de 200 invitados. Esa fiesta no fue detectada por la Policía, sino que se conoció el detalle del evento luego de las encuestas que respondió la gente que fue testeada.

La propia Mónica Jofré reconoció ayer en una entrevista en LV5 esa postura. Y agregó que todo indica que a esa megafiesta asistieron además invitados de Mendoza, que habrían ingresado a la provincia por accesos ilegales y serían ellos los primeros portadores del virus, es decir, el verdadero "caso cero".

Las fiestas clandestinas, que en San Juan son sancionadas en el fuero judicial de Flagrancia (ver al pie), fueron el desencadenante de miles de casos en otras provincias. Baby shower, despedidas de solteros y hasta cumpleaños de 15 fueron algunos de los festejos que se convirtieron en el escenario donde se produjeron muchos contagios. San Juan parece no estar exenta de eso. "Tenemos esa versión", dijeron primero fuentes del Ministerio de Salud sobre el hecho de que una megafiesta en una finca de Caucete fue el origen del brote y fue la razón para que personas de varios departamentos (que fueron invitadas a ese festejo) dieran positivo, así como después sus propios contactos estrechos, y en consecuencia varios barrios fueran bloqueados.

Según lo que este medio pudo reconstruir, con información que fue brindada por fuentes ligadas a Salud, los bloqueos y los operativos fueron porque hubo positivos en personas que tenía relación con el caso 27 de Santa Lucía. Uno de los 17 contactos estrechos de esa persona fue el que organizó la fiesta en la que posteriormente hubo que testear a más de 200 personas de diferentes departamentos. Incluso, según la información que obtuvo este diario, hasta el contagio de los adultos mayores del geriátrico de Rawson tendría que ver con alguno de los que participaron de ese festejo ilegal. "Se trata de una fiesta que en su momento no fue descubierta por la Policía", dijeron y descartaron que se trate de la fiesta clandestina en la que se detuvo a 26 jóvenes en el barrio Justo P. Castro I, en Caucete. Días después de esas detenciones y en ese mismo departamento se conoció el primer caso caucetero, que sacó a la luz la realidad sanitaria actual.

Primero las miradas en busca del caso cero apuntaban al hijo del positivo número 23, señalado por una presunta compraventa de leña con La Rioja a través de huellas ilegales. Pero luego esa versión fue perdiendo fuerza ante la hipótesis de la fiesta clandestina en Caucete.

 

 

  • En una semana hubo casi 40 detenidos por reuniones sociales fuera de la legalidad

 

En el momento y el lugar. Las fiestas clandestinas que son desbaratadas luego pasan al fuero de Flagrancia. La Policía actúa directamente en el sitio de los eventos y allí mismo hace detenciones.

 

Desde el 20 de marzo San Juan juzga en Flagrancia las infracciones contra la cuarentena. Entre ellas, las reuniones sociales, que en un primer momento estuvieron prohibidas al 100% y luego se fueron flexibilizando, pero con límite de participantes y de horario. Con la vuelta a Fase 1, este tipo de eventos quedó totalmente prohibido nuevamente. En este contexto, desde la Oficina de Gestión de Audiencias de Flagrancia dijeron que en una semana tuvieron 38 imputados por participar de fiestas o reuniones sociales (incluyendo partidos de fútbol, por ejemplo).

Un cumpleaños de 15 en Albardón y un encuentro religioso en Rivadavia fueron algunos de los eventos que fueron detectados por la Policía en los últimos días y que llevaron a que casi 40 personas fueran detenidas. De las cuáles sólo 3 ya comenzaron a tener sus audiencias para ver qué pena les cabe.

Estas 38 personas no son las únicas que violaron esta parte del decreto de crisis sanitaria. En la primera etapa de la cuarentena (antes de la vuelta a Fase 1) 393 personas fueron aprehendidas por cometer este delito. Si bien en este total están incluidas las reuniones sociales o familiares con más de 12 personas y hasta las personas que fueron detenidas entrenando hockey en una plaza, por ejemplo, desde la Oficina de Gestión de Audiencias de Flagrancia dijeron que la mayoría de los casos fue en contexto de fiestas clandestinas. A la vez, comentaron que más de 200 personas acordaron suspender el juicio a prueba, beneficio al que pudieron acceder por no tener antecedentes penales. La probation significa que, a cambio de tareas comunitarias, un régimen de conducta y el pago de una reparación simbólica, pueden conseguir que se les borre el antecedente, siempre y cuando cumplan con lo pactado y no cometan nuevos delitos.