El carruaje representaba el tradicional carneo y entre el chancho y los embutidos de utilería, venía una sorpresa que arrancó furiosos aplausos de admiración. Desplázandose a poca velocidad, el vehículo decorado llevaba una parrilla con unos chorizos y morcillas de verdad, humeando y chirriantes, que sacaron suspiros de hambre entre las más de 2.000 personas que siguieron el desfile. Fue en 9 de Julio, donde la creatividad desbordó la Diagonal Sarmiento en el desfile de carruajes que se hizo para cerrar en ese departamento la Semana de los Jardines de Infantes.
Pero además de los carruajes, en los que se cuidó el detalle y se buscó la originalidad, los disfraces de los chicos estuvieron a tono, en una muestra de tiempo, dinero y dedicación de padres, docentes y directivos, quienes desde hacía varios meses trabajaban para el desfile.
Los carruajes mostraron distintas temáticas, como la granja, con los chicos vestidos de animales y hasta una mujer cosechando frutos; la selva, con palmeras de fantasía y hasta unas ramas de árboles verdaderas; la vida en zonas rurales, con unos chicos que hicieron de cosechadores y regalaron pasas de uva; o la vida primitiva, en la que no faltó el auto de Los Picapiedras, entre otros temas.
En el desfile participaron unos 300 alumnos de los distintos jardines de infantes del departamento, con una emotiva apertura a cargo de la escuela de educación especial Juana de Padilla.
También en Jáchal hubo fiesta (ver anexo)

