Vestida con una camisa de gasa rosa fuerte, una pollera larga blanca y su banda departamental, Rosana Quiroga desfiló por el pasillo del salón del primer piso del Gran Hotel Provincial. Fue una de las más aplaudidas del evento, especialmente cuando dijeron que venía desde Valle Fértil, pero nunca se imaginó que iba a salir de ahí con la corona de reina en su cabeza. "Vine para representar al Valle, pero no pensé que me iba a llevar el cetro", confesaba aún sorprendida Rosana Quiroga, la flamante nueva Reina Provincial de la Tercera Edad.
Rosana, de 67 años, salió elegida entre otras 15 candidatas que estuvieron presentes ayer en un té con show incluido organizado por el Parlamento del Adulto Mayor. Se tuvo que arreglar muy a las apuradas y hasta se le hizo tarde para el evento que empezaba a las 18, contaron sus acompañantes. Pero al fin llegó, y, una vez sentada en la mesa de cabecera (destinada exclusivamente a las 16 candidatas), tuvo que continuar de la forma más disimulada posible con algunos retoques en su maquillaje. Eso gracias a que sus amigas le pasaban lo necesario mientras se desarrollaba el show.
Esta vallista había sido convocada a participar hacía unos pocos días y, aún no muy convencida, aceptó. Aunque sólo fue para que su departamento estuviera presente, repitió unos minutos después del conteo de los votos del jurado que la hicieron acreedora de título. Ella vive en el Valle y había llegado en colectivo la misma tarde de la elección.
La que la convenció de participar fue una amiga que ayuda en un hogar comedor que depende de la parroquia de la Villa San Agustín. Y con ella y otras conocidas más celebró ayer cuando le pusieron la capa, la corona, le dieron el cetro, flores y hasta un trofeo. "En el Valle no lo van a creer, voy a sorprenderlos a todos porque nadie sabía de esto", comentó ansiosa.

