Para todos los casos en que las raíces crecen superficialmente, no es conveniente realizar rastreadas ni araduras profundas durante época de primavera verano, evitando la roturación, sobre todo, de las nuevas raíces. Estos trabajos deben realizarse estrictamente durante el receso vegetativo. En el caso utilizar rastra en primavera-verano, con el objetivo de eliminar malezas, no se debe "cruzar", ejecutando la labor sólo en un sentido y con una pequeña penetración para preservar las raíces de la línea de plantación.
Si la limitante (gruesa capa de arcilla, cambio brusco de textura, caliche, entre otros), está hasta los 80 cm, es posible hacer pozos con holladura, que sobrepasen el sector problema, generando una conexión entre la superficie y zonas profundas. El hoyo puede ser rellenado con materia orgánica o material permeable (en muchos casos se utiliza caña) y debe hacerse en lugares diferentes durante varios ciclos productivos. Esto, sobre todo, reduce la asfixia de raíces.
Cuando las limitantes son más profundas y hay problemas de infiltración, hay que recurrir a estudios más precisos, drenajes parcelarios, uso de portainjertos adecuados al tipo de suelo y variedad que se quiera implantar, entre otros.
Una alternativa, muy usada, es la confección de zanjas melga por medio. Estas deben ser profundas y rellenadas con materia orgánica y guano. Esto mejora las condiciones físicas del suelo, pudiéndose observar que las raíces, rápidamente, colonizan esta zona.
En general se recomienda adaptar la labranza del suelo a "sus condiciones específicas" y de acuerdo a un estudio de suelo, evitando la roturación excesiva de raíces, procesos de compactación y asfixia radical.
