-Aceptar los desacuerdos: La pareja debe aprender que vivir juntos es convivir en desacuerdo y con sus diferencias. Es la sal y la pimienta de la relación, pero sabiendo que tras una discusión tiene que venir una conclusión, que genere un acuerdo.
-Preocuparse por la sexualidad: Este aspecto es muy importante porque es el que vuelve a un individuo ‘exclusivo’ de la persona. El frío de la pareja lo determina la falta de interés por la intimidad y la falta de cercanía.
-Pensar siempre en la pareja: Hablar de él o ella y exaltar sus cualidades en privado y en público. Generalmente se da por sobreentendido que el otro lo sabe, y muchas veces no es así.
-Recordar cosas buenas de ambos y procurar, a pesar de todos los cambios que sufre una pareja, mantener "eso’ que hizo que el otro se enamorara.
-Motivación: Cada uno debe sentirse valioso, "único’ e importante en la vida del otro, y esto se logra con pequeños gestos mutuos diarios, desde un rápido masaje en los hombros, la preparación de una comida favorita, una nota que le diga al otro que es querido, un mensaje romántico por celular, etcétera.
-Expresión: Las miradas, los gestos, el lenguaje no verbal, y hasta el tono de voz son importantes al momento de comunicarse. Demostrar cariño en cada acción es también un modo de demostrar cómo nos gusta ser tratados.
-Evitar resentimientos: Manejar los rencores y la desconfianza. Alejar las dudas de la pareja y mantener la comunicación.
-Generar afecto físico. Tomar la iniciativa en gestos como abrazos, caricias y besos.
-Pedir atención: Esa saludable hacerle saber al otro lo que se desea, no hay que esperar que la pareja adivine lo que queremos.
-Ser bondadoso: Amar sanamente a la pareja no se logra con el "dar para recibir’. Hay que pensar en que "doy cariño, porque soy feliz dandolo’. Eso es generosidad, porque no hay especulación de por medio.
-Acortar distancias con las palabras. Una pareja cercana se susurra; las que están alejadas deben gritarse para escucharse.
-Respetar los silencios: A veces es prudente que la pareja no se diga nada, pero el silencio debe permitir la reflexión. No hay que elucubrar, pensar por el otro, ni enojarse. Es mejor no decir nada hasta que no se sepa qué decir y cómo hacerlo para no lastimar con palabras mal dichas.
-Cuidar la imagen: La atención que se le dedica al cuerpo en general demuestra el amor por uno mismo y paralelamente hace que la pareja siga visualmente entusiasmado. Generalmente, al hombre le gusta lo que mira y a la mujer le gusta lo que escucha, por eso es agradable ver algo lindo y escuchar algo hermoso.
-Realizar actividades diferentes: Los paseos y las salidas permiten cambiar la rutina y conocer otros sitios fuera de la casa. Salir de la zona de confort para renovar el aire.
-Salir con parejas de amigos. Las citas entre parejas similares permiten reflejarse ante los demás. Es importante interactuar y compartir con otros.
-Colaborar con las tareas del hogar muchas veces sirve para charlar distendidamente, hacer bromas y reirse juntos. Cortar el pasto mientras el otro barre, lavar los platos, mientras el otro los seca, etcétera puede resultar una rutina de encuentro muy amena.
