Buenos Aires.- Nicolás tiene 35 años, terminó la secundaria en San Juan y partió a Córdoba para convertirse en médico. Luego, 2005, llegó a Buenos Aires donde se especializó y se formó como neonatólogo  y por esas vueltas de la vida, este miércoles terminó hablando para todos los medios nacionales sobre el estado de salud de Victorio, el bebé que fue operado del corazón estando en el vientre de su madre.

Es que Nicolás Morcillo forma parte de los médicos estables del hospital pediátrico más importante del país, el Garrahan, y como parte de los especialistas de ese nosocomio, este sanjuanino amante de la bicicleta, tomo trascendencia al ser el médico neonatologo de Victorio.

En diálogo con DIARIO DE CUYO, Nicolás contó que se siente muy orgulloso de estar donde está ya que le costó mucho trabajo. “Yo llegué a Buenos Aires en el 2005 y estuve trabajando en el hospital de Florencio Varela, luego por rotación terminé en el 2010 llegando al Garrahan y desde ahí hice todo lo posible para quedarme, especializaciones y cursos como por dos años hasta que terminé rindiendo para ser del cuerpo de médicos de neonatología, algo que ocurrió el año pasado”.

Este sanjuanino recuerda mucho a su provincia, a pesar de que está casado con una colega, María y tiene dos hijos, Ignacio de 5 y Pilar de 3 años y medio. Es que gran parte de su familia vive todavía en San Juan y además hizo toda su primaria en la Escuela Normal Sarmiento y toda la secundaria en el Central Universitario por lo que mantiene una comunicación constante con la provincia.

Al hablar por los medios nacionales, Nicolás contó que “comencé a recibir felicitaciones de todos lados. Algunos amigos lo publicaron en las redes sociales y me llamó toda mi familia. Fuera de toda la alegría, todo esto me pone muy orgulloso. Tengo un orgullo enorme por lo que ocurrió con Victorio y su operación, por mis colegas y todos los que apostaron por mi”.

Además, el médico del Garrahan explicó que  la situación de Victorio es delicada por su malformación prenatal y que muy probablemente deba sufrir alguna intervención en el futuro pero que por lo demás, el bebé del milagro, “se encuentra con buen estado de salud”.