Todos los días, camino a su trabajo, Pedro Aguilar veía con impotencia cómo el naciente arbolado del Conector Sur en la zona perteneciente a Rawson amanecía destruido. Una mañana decidió bajarse de la bicicleta y recorrer el lugar para conocer los daños. En el tramo comprendido entre Comandante Cabot y República del Líbano contó 103 árboles que habían dejado sin tutor, quitado el follaje, quebrado o arrancado de raíz. Estos actos de vandalismo se suman a los ocurridos hace un par de meses en el tramo de Capital, aún sin inaugurar, donde la gente se robó 150 tachos de 200 litros para poder pasar en auto. Tanto los vecinos de la zona como los obreros de la empresa Mulet que aún trabaja en el lugar sostienen que los responsables de la destrucción del arbolado son adolescentes que aprovechan la madrugada para hacer destrozos.

Con fotos para demostrar que su testimonio era real, Pedro Aguilar se presentó en DIARIO DE CUYO para hacer conocer públicamente cómo el arbolado del Conector Sur en la zona de Rawson está siendo destruido. Situación que este medio corroboró con un recorrido por el lugar. "Los responsables de esto son muchachones de entre 15 y 17 años que no tienen idea del daño que están provocando -afirmó indignado Aguilar, desde su casa en calle Pringles y Vía Rápida 15 de Enero, tal como bautizaron el Conector Sur-. Lo hacen en la madrugada cuando hay poco tránsito y los vecinos están durmiendo".

Eusebio Araya, otro vecino de la zona, contó que él mismo se encargaba de regar todos los días con balde las tres moras que habían colocado sobre el tramo del veredín de la vía rápida que da frente a su casa. Y que una mañana que salió a regarlas no encontró ninguna. "A dos las habían arrancado de raíz y a otra la habían quebrado -dijo Araya-. Pero estos muchachones no sólo rompen las plantas. También apedrean las farolas y los guardarrailes, provocando un estruendo que no deja dormir. Pero nadie les dice nada porque no sabemos cómo van a reaccionar".

El mismo temor siente Reina Reinuaba. Por eso prefiere quedarse callada cuando ve a los adolescentes destruyendo el arbolado. "Ni siquiera la Policía puede hacer nada porque cuando estos chicos ven venir la patrulla salen corriendo -dijo la mujer-. Hay madrugadas en que entre varios levantan las tapas de cemento de los árboles y las dejan caer para que se rompan. Es una vergüenza, todo lo que podría ser un lindo espacio verde se ha convertido en un desierto".

Un paisaje totalmente diferente ofrece la vía rápida entre Comandante Cabot y General Paz. En este tramo correspondiente a Capital, aún sin fecha de inauguración, el arbolado está en perfectas condiciones. Pero no porque se trate de una zona libre de delincuencia. La empresa encargada de la obra del conector puso un sereno para evitar que le sigan robando los tachos que cortan el paso, los tableros de encofrar y demás materiales. Así lo confirmó el capataz Raúl Ibáñez, quien sostuvo que gracias a la presencia de esta persona también se ha logrado mantener los árboles fuera de peligro.