Cada pliegue de la quebrada en la que se perdían los expedicionarios parecía ser el último antes de bajar al refugio, pero al llegar allí esperaba otro más adelante. Con clima adverso y ansiedad de encontrar el abrigo de las carpas en Las Frías, a 3.600 msnm, se cerró ayer la primera jornada a lomo de mula de la 12da edición del Cruce de los Andes, en el bicentenario de la Gesta Sanmartiniana. Frío, viento y llovizna fue el recibimiento que la montaña le dio a los expedicionarios, que hoy deberán afrontar el tramo más exigente.
La llegada de la expedición a Manantiales, en 4×4, le dio el paso a la travesía a lomo de mula. Hasta entonces, el Sol y el calor hicieron que una parada breve en Las Hornillas para recordar que allí San Martín arengó a su tropa fue breve.
Tras llegar a Manantiales y sortear la entrega de los animales a cada expedicionario comenzó la marcha. Fue tras la primera hora de las más de tres que duró la primera etapa que la amenaza de lluvia que se cernía sobre las montañas se convirtió en un hecho. La llovizna empezó a golpear a los expedicionarios, además de viento helado que golpeó de costado a la columna, en una jornada que aparecía apacible y simple pero que se complicó por el clima adverso. Para quienes habitualmente hacen el Cruce, el único antecedente de precipitación había sido en 2011, cuando nevó.
En esta primera parte de la travesía, en la que los expedicionarios se encontraron por primera vez con los caballos y mulas, fue riesgosa para algunos. Es que hubo varias caídas, afortunadamente ninguna que produjera lesiones graves, salvo raspones y golpes. El periodista Francisco Lathi, de Diario El Zonda, sufrió una caída y al cierre de esta edición evaluaban si hoy lo evacuaban o no, ya que creían que se había fracturado un brazo.
La llegada a Las Frías fue una bendición para los integrantes de la travesía, que además de poder refugiarse en las carpas fueron recibidos por una merienda campestre por parte de los integrantes de Gendarmería, siempre con el viento azotando. De todas maneras, el ánimo de los expedicionarios es excelente.
Entretelones
Bullrich, en el Cruce
La ministra Patricia Bullrich llegará a San Juan mañana. Pero no irá directo a la cordillera. La ministra pasará la noche en una posada de Barreal y el jueves, a primera hora de la mañana, será trasladada en helicóptero hacia el Refugio Sardina. Allí le darán un caballo y se sumará a los expedicionarios también en el último tramo hacia el límite, para ser parte del acto. Es la primera vez que la funcionaria viene como ministra macrista.
Anticipado
En esta edición, que es la número 12, el Cruce de los Andes largó antes. Esto fue porque este año se cumplen 200 años de la gesta sanmartiniana. La columna de expedicionarios que salió desde San Juan no estará en el límite con Chile el 12 de febrero, cuando se conmemora la batalla de Chacabuco, tal como sucedió en los años anteriores. Esto es porque para esa fecha se organizó un acto binacional en la localidad chilena de Chacabuco.
Complicada
Los expedicionarios emprenderán hoy a primera hora la segunda jornada de cabalgata. Se trata de uno de los días más duros de la travesía ya que tendrán que atravesar el paso del Espinacito, cuya altura máxima es de 4.489 metros sobre el nivel del mar. En la cima, los expedicionarios tendrán un breve descanso para así encarar el descenso, que es otro desafío al que tendrán que enfrentarse. Llegarán al refugio de Sardina.
Récord
Este año, el Cruce de los Andes tiene una cifra récord de participantes porque se conmemorarán los 200 años de la gesta sanmartiniana. Los participantes son unas 230 personas, de los cuales 160 son civiles. Esto hizo que la logística de la organización tuvo que encararse hace varios meses, para cubrir todas las necesidades de los expedicionarios. Además, el lanzamiento del cruce tuvo una inédita impronta binacional, en el Centro Cívico.