Cuando el Teatro del Bicentenario cumplió un año, en 2017, decidieron colocar las letras T y B corpóreas gigantes, de más de dos metros de altura, en el ingreso. Con el tiempo, estos cuerpos realizados de una chapa especial, se transformaron en la parada obligatoria para la foto de la gente que pasaba por allí. En ese momento, los alumnos de la escuela Polivalente de Arte fueron los encargados de darle vida con colores a las letras. Ahora que el teatro cumple dos años, decidieron cambiarle la cara y para ello convocaron a los estudiantes del Colegio Central Universitario que usaron una técnica poco usual para dar un toque especial. Unos 20 chicos del 5to y 6to año de la orientación Comunicación, Arte y Diseño son los que están trabajando desde hace varios días. La coordinación está a cargo de la docente Zulma Herrera y de la jefa de Departamento, Miriam González.
"Fue la gente del Teatro del Bicentenario la que nos buscó para realizar esta obra. La idea es que todos los años las letras sean intervenidas o remozadas por distintas instituciones locales. Esta vez nos tocó a nosotros", dijo Miriam González.
No se trata de una simple pintura. Los chicos idearon cambiarle la cara con un collage digital. Es decir que todo el trabajo lo hicieron con computadora. La idea fue utilizar los programas de las funciones que se realizaron en el teatro en el último año, buscar de estas las imágenes representativas, cortarlas y unirlas de manera digital siempre buscando un diseño armónico, para que la imagen final cubra toda la superficie de las letras. Todo este trabajo les llevó una semana.
Luego de esto tuvieron que imprimir en vinilo la imagen que obtuvieron para pasar a recortarla y pegarla en las corporizaciones gigantes. Esta fue una de las tareas que llevaron a cabo con más cautela porque significó total precisión para coincidir con las dimensiones.
En un paso final, los alumnos laquearon las letras con una pintura especial que refleja una luz por las noches. Las letras volverán hoy al patio central del teatro para que la gente vuelva a usarlas como escenario para sacarse fotos.
El trabajo
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