Mientras las luces se apagaron y encendieron, el humo cubrió parte del escenario y algunos actores hasta volaron, las risas se escucharon en innumerable cantidad de veces. Incluso, en algunas oportunidades hubo gritos y aplausos, que dejaron en evidencia el entusiasmo. Pero la alegría no fue el único sentimiento: hubo momentos de tensión, en los que el público hasta sintió miedo al ver de cerca cómo los personajes malvados parecían vencer. Así, se vivieron las primeras funciones de "El calor de lo nuestro", la reproducción del espectáculo de cierre de la Fiesta Nacional del Sol, en el Teatro del Bicentenario. Ahí 2.000 alumnos de escuelas de diferentes departamentos disfrutaron del show que duró cerca de una hora y que dejó a todos boquiabiertos.
Las funciones escolares comenzaron el miércoles y seguirán hasta hoy. Mañana es la función para el público en general. Y, tras cada uno de los shows, los actores (adultos y niños) salieron a saludar al público y la euforia fue total. Los chicos no pararon de sacarse fotos con los personajes de la obra. En esos momentos los alumnos enloquecieron. La Pericana y el Viejo de la Bolsa fueron unos de los más solicitados a la hora de la foto.
"Lo había visto por tele, pero no pensé que iba ser tan lindo", "lo que más gustó fue cuando los niños volaron en la carretilla", "me dio miedo el Viejo de la Bolsa, porque pasó muy cerca" y "la Pericana daba miedo porque tenía mucha cara de bruja", fueron algunas de las frases que dijeron los chicos al terminar la obra. Es que los chicos y hasta los docentes pasaron por un tobogán de emociones en el que disfrutaron sin parar.
Dentro de la sala del teatro, las oscuridad hizo que todos los estudiantes pasaran un momento mágico. Entre risas, la aventura de Guille (el actor principal de la obra) y sus amigos hicieron que los más pequeños se sintieran parte de una gran historia. Es por esto, que por momentos gritaron, se rieron y hasta le respondieron, de manera espontánea, a los actores. Y mientras en algunos fragmentos de la obra hasta aplaudieron como si fueran parte del elenco, el público también se llevó grandes sustos. Uno de esos momentos fue cuando el Viejo de la Bolsa apareció entre las butacas y les gritó por la espalda. En ese instante hasta los docentes saltaron del miedo. Y, a pesar de que dentro de la sala del teatro los alumnos disfrutaron sin parar, el hall del Bicentenario se revolucionó como nunca luego de que la obra finalizó y de que los actores posaron junto al público.