Como una trinchera sin paredes o un puesto que deben proteger, ayer los remiseros cauceteros, que están habilitados a trabajar sólo en su departamento, cortaron otra vez el tránsito en el puente de Caucete. Con esta acción hicieron volver la guerra del transporte que se vio desde hace unos 10 días. Ellos la semana pasada, después de que habían cortado el mismo puente, consiguieron una promesa del Gobierno. Les aseguraron que les adjudicarían, en un mes más, licencias para poder trasladar personas afuera de su departamento y llevarlas de vuelta. Por este motivo decidieron no cortarlo por segunda vez. Luego vino el reclamo de las empresas de colectivos para que controlaran más a los remises, algo que caotizó el tránsito céntrico. El Estado calmó los ánimos prometiéndoles realizar mayores controles y reunirse nuevamente el 18 de este mes. Pero la paz duró sólo hasta ayer.

Los remiseros reclamaron ayer en el puente que las licencias prometidas fueran entregadas de inmediato y no en un mes, como las autoridades les habían propuesto. Decisión que no fue objetada por los remiseros en su momento. "Amigos que son empleados dentro de Tránsito y Transporte nos dijeron que los permisos se pueden demorar 60 días y no un mes. Por eso reclamamos que nos las adjudiquen ya porque no nos alcanza el dinero si no podemos salir del departamento", comentó Fabián Arabena, vocero de los choferes. Sin embargo, la postura fue inversa cuando se les dijo que tendrían los permisos en un mes. En ese momento estaban al costado del puente y cuando recibieron la noticia lo desalojaron totalmente.

Altas fuentes de Transporte dijeron que primero el municipio debe adherir a la Ley Provincial de Tránsito y luego se comienza los pasos. Y aseguraron desconocer cuánto pueden demorar las licencias.

Esta no es la tercera parte de Transformers, La Guerra entre Remises y Colectivos. Se trata de una historia que lleva varios días. Por un lado, los remiseros cauceteros, los que mojaron la oreja primero; cortaron el puente de su departamento el jueves 30 de julio. Protestaban porque Tránsito les había quitado autos por trabajar en el centro. Ellos con sus permisos municipales no pueden salir de Caucete. Pero el lunes siguiente tuvieron la promesa por parte del Gobierno de que les daría los permisos. Debido a esa promesa, las empresas de colectivos se rebelaron alrededor del Centro Cívico. Pidieron, cortando el tránsito, que se controlara a los remises que les quitan pasajeros ilegalmente. Ellos también recibieron una promesa gubernamental: habrá mayores controles y se capacitará a más inspectores.