El patio y los jardines de la escuela Bernardo de Monteagudo, en Chimbas, ya no lucen sucios como antes. Los envoltorios de las golosinas no están en el suelo y las botellas ya no son usadas como pelotas de fútbol. Es que los chicos aprendieron hacer muebles con los envases y los demás papeles de las meriendas. De esta forma, los más de 460 chicos que asisten diariamente a esa escuela se convirtieron en pequeños fabricantes, que con ingenio ya hicieron hasta canteros y usaron unas 500 botellas.
El proyecto nació por la inquietud de los chicos que vieron en la famosa novela Avenida Brasil, donde uno de los personajes centrales tenía una casa de botellas. Por eso decidieron hacer algo con todos los residuos que ellos dejaban en la escuela y se les ocurrió transformarse en carpinteros, pero sin maderas.
Los chicos de 5to grado fueron los primeros y lo hicieron para la Feria de Ciencias. Pero la idea fue tan divertida, que las docentes decidieron extender esta iniciativa a las demás aulas. Por eso, en la actualidad cada grado tiene su bolsita recolectora, en la que los chicos dejan los papeles con los que después llenan las botellas y las usan como ladrillos.
’Primero hay que lavar las botellas, llenarla con papeles y luego compactarlos para que quede bien compactada’, dijo Ariana Llanos, una alumna de 7 años, que fue una de las que hizo los canteros en el patio de la escuela. Además los chicos plantaron arbustos y algunos plantines. Mientras que los chicos más grandes hicieron sillones, que son bastante resistentes, y algunas bibliotecas para la escuela.
Si bien los primeros muebles quedaron medios desprolijos, los chicos dijeron que se están perfeccionando y planean hacer mesas y hasta baúles para guardar algunos útiles que siempre quedan en la escuela.

