No lo pensó demasiado. Se anotó en el curso y con su hermano como guía, se lanzó de un avión en paracaídas. Para Agustina Reyes esto no fue algo fuera de lo común porque nació en una familia dedicada al paracaidismo, es por eso que ni bien cumplió la edad exigida para practicar la disciplina, no dudó en capacitarse. Así se convirtió en la paracaidista más joven que tiene San Juan. Con 16 años y varios lanzamientos, ya se prepara para competir a nivel nacional el próximo año. Su historia salió a la luz días antes de realizarse en la provincia el primer Campeonato Mundial de Paracaidismo para personas mayores de 40 años (ver aparte).

Con su hermano Gastón (21), que está en Estados Unidos participando de un campeonato, su padre Gustavo Reyes, que es paracaidista desde los 18 años es el presidente de la Federación Argentina de Paracaidismo y su mamá Andrea, que es jueza de paracaidismo, Agustina tiene el camino marcado. +En mi casa, el tema principal de conversación es el paracaidismo+, contó la adolescente, que además juega al hockey sobre césped y va al Colegio Integral.

Para hacer paracaidismo hay que tener al menos 15 años y 9 meses. Este fue el tiempo que tuvo que esperar Agustina para comenzar con una actividad que la atrapó desde que era chica. Tal es así que uno de sus regalos de cumpleaños fue un lanzamiento en tándem, es decir, acompañada por otro paracaidista. "Ese primer lanzamiento me marcó. Fueron segundo y bastó para darme cuenta que lo quería hacer". De ahí en más todo pasó rápido. Se anotó para hacer el curso y en dos meses lo aprobó. Para eso tuvo que rendir un examen psicofísico que pasó sin problemas. Según contó su papá Gustavo, las condiciones psicológicas a esa edad son fundamentales porque hay que estar seguro que la persona tiene la suficiente madurez para tirarse en un paracaídas.

"Nunca sentí miedo. Ni la primera vez que me tiré sola. Me acompañó mi hermano porque era mi instructor. Estaba en el avión y poco antes de lanzarme, lo único que me pasó por la cabeza fue todas las recomendaciones que me dieron en el curso. De ahí en más fue disfrutar y sentirme como volar", dijo la chica que ya realizó 6 saltos y está acumulado experiencia para participar del campeonato argentino que se hará el próximo año. "Lo que más me gusta de la caída es el silencio. Todo es inmenso y mi cuerpo flota. Es una cuestión de segundos que se transforman en una eternidad", agregó Agustina.

La rutina de Agustina es especial. Los sábados y domingos se los pasa en el Aeroclub de Pocito. Espera el buen clima para realizar un lanzamiento. Incluso, tiene que suspender actividades nocturnas si sabe que saltará el domingo temprano. +Se necesita estar descansado y con todas las luces encendidas para hacer paracaidismo+, dijo su mamá.

En cuanto al dinero, si bien la familia aseguró que lo más costos es el equipo, no es imposible de acceder. Cada lanzada cuesta alrededor de $200. "Es una cuestión de prioridades y de canalizar en lo que a uno le gusta. No es más caro que hacer motocross, por ejemplo", aseguró Gustavo. Los Reyes disfrutan todo lo que tenga que ver con el cielo y ya se están preparando para convertirse en anfitriones de un Mundial sin precedente en la provincia.