Urbino es un municipio italiano, emplazado sobre una colina en la región de Marcas, aproximadamente a 110 km al Este de Florencia. De este pueblo de calles estrechas, de edificios construidos uno al lado de otro, de esta cápsula de tiempo de la Edad Media que fue cuna de Rafael, uno de los más grandes pintores del Renacimiento y uno de los arquitectos de la Basílica de San Pedro, en Roma, llegó Eugenio Benedetti, junto a otras familias italianas a "hacer la América" a San Juan. Trabajó en la bodega Graffigna y cuando juntó ahorros abrió una metalúrgica modesta en Salta y Brasil, a la que bautizó con el nombre de su pueblo, Urbino.
En su tercera generación la planta fabril ahora emplea 200 operarios, cifra que planea triplicar en pocos años gracias, entre otros factores, al desarrollo de la minería. Hoy, Urbino S.A. es una empresa líder en la comercialización de productos siderometalúrgicos, en obras de ingeniería metalúrgica, fabricaciones, montajes y reparaciones de equipos y máquinas industriales. Con una dilatada trayectoria en el medio y con una experiencia de más de 50 años en actividades dedicadas a la construcción y la industria, ha desarrollado diversos trabajos a lo largo y a lo ancho del territorio nacional argentino.
Fabrizzio Benedetti, ("hijo", aclaró), es un joven empresario de 37 años, Técnico Mecánico recibido en la Escuela Boero, que hasta hace poco dirigió la Cámara Argentinas de Servicios mineros (CASEMI), es uno de los integrantes de la familia que dirige la empresa. "No podía ser de otra forma", dijo, "ya que nací dentro de esta empresa que dirige mi padre", precisó. "Estuve en todas las áreas, hoy específicamente reordenándolas y aplicándoles normas".
Consultado sobre qué puede aportar a la industria local la aparición de una nueva generación de ejecutivos, consideró que "un empresario nuevo que estudie, lea y, si puede, viaje por el mundo asimilando nuevas estrategias y experiencias, es muy bueno para la competitividad de su empresa y el sector", pero advirtió que "si quien maneja la empresa se va adaptando a las nuevas circunstancias de mercado el traspaso es insignificante pero de lo contrario el traspaso puede generar circunstancias muy complicadas".
Benedetti se mostró convencido de que "la industria está viviendo una época de bonanza, que nos hace ayuda y obliga a seguir creciendo". Sobre Urbino, particularmente, planteó que el rumbo en estas épocas es "fortalecerse en su rubro, capacitándose todo el conjunto y teniendo una visión clara de objetivos". "Tengo muy buenas expectativas, y si logramos en el conjunto tener un mismo objetivo con el liderazgo y el lineamiento armónico de todas las áreas mucho mejor".
Para la consecución de los logros, confió en que "el dinamismo, el se puede y la reacción rápida ante los imprevistos cualidad heredada de mi abuelo y mi viejo son fundamentales".
Como símbolo del crecimiento, hace poco tiempo, Urbino concretó uno de sus proyectos más importantes: la inauguración de una gran planta de servicios mineros, con una inversión superior a los 10 millones de pesos.

