Un changuito o andador puede adaptarse a un perro grande, mientras que una mochila con rueditas puede modificarse al tamaño de un gato o un cachorro. Con mucha inventiva, creatividad y la solidaridad que los identifica, los voluntarios de la Sociedad Sarmiento, la protectora de animales, ahora construyen carros para perros discapacitados, no sólo los que fueron rescatados y refugiados en su sede sino también para toda persona que necesite uno para sus mascotas. En esos casos, los ceden en calidad de préstamo.

“Rolling dog” es el nombre que le puso Víctor Cayo a sus creaciones, cuando presentó el proyecto a la protectora. Entonces, lanzaron una campaña para recibir en donación changuitos, mochilas o andadores. Víctor corta hierros y plásticos, remacha y aprieta tornillos para armar las estructuras de los carros, mientras que su hermana Verónica cose las telas para crear los arneses. En el llamado hospitalito que tiene la Sociedad Sarmiento, hay dos animales que usan los carritos, mientras que pese a ser una novedad, ya dieron tres préstamos y trabajan en otros pedidos.

Los perros que usan los carritos son aquellos que por problemas neurológicos o accidentes quedaron con disfuncionalidad en sus patas traseras, que arrastran. Por eso es que en el lugar les dicen cariñosamente “los sirenitas”, contó Daniel Toledo, presidente de la protectora.

Toledo explicó que este tipo de carros no se compra en veterinarias, sino que se piden a Buenos Aires, a la vez que suelen ser costosos. “Además, han habido casos de cachorritos atropellados o que sufrieron alguna enfermedad neurológica a los que directamente sacrificaron, para que no sufrieran porque quedaron con secuelas de movilidad. Con estos carros creemos que les mejoramos la calidad de vida y además sentimos que puede aumentar la posibilidad de que los adopten”, contó Víctor.

Aquellas personas que necesiten estos carritos o puedan donar changuitos o andadores, pueden contactar a los voluntarios a través de www.facebook.com/SociedadSarmiento.