El niño llega a la escuela con su mochila y su guardapolvo blanco impecable, y en vez de pasar al grado, va directamente a la Dirección, que se convirtió en su nueva aula. Desde hace unos 10 días, un chico de 10 años toma clases en la Dirección de la escuela Antonio Torres tras una medida poco usual que el Ministerio de Educación tomó por la queja de un grupo de padres, que acusaron al alumno de ser problemático y tener mala conducta, además de involucrarlo en supuestos actos violentos. Desde Educación dijeron que la medida de separarlo es provisoria, ya que un equipo de especialistas trabaja en el caso, mientras que la familia del alumno indicó que respeta la decisión del Ministerio, pero que no la acepta como beneficiosa.
Según dijeron algunos padres, que prefirieron reserva de identidad, el chico presenta una conducta indisciplinada desde hace cuatros años, cuando empezó la Primaria, junto a otros alumnos. Pero que en el último tiempo su comportamiento empeoró. Entre agresiones a compañeros, indicaron que supuestamente también golpeó a una docente y que estuvo involucrado en otro hecho peligroso, como arrojar un banco desde el primer piso al patio, por eso fueron a quejarse al Ministerio de Educación. El papá del chico, que no quiso dar su nombre, reconoció que su hijo tiene problemas de conducta, pero aclaró que en los dos hechos más graves, no asistió a clases esos días. Desde Educación, una alta fuente indicó que ‘estamos trabajando en el caso y el cuerpo de especialistas del Gabinete Psicopedagógico estudia cómo resolverlo’, pero que ‘provisoriamente resolvimos que tome clases en la Dirección’. La fuente informó que el alumno recibe clases de la directora y la vicedirectora.
El chico llega todos los días unos minutos después del inicio de clases y se retira 15 minutos antes de la salida, según el papá, supuestamente para evitar el contacto con sus compañeros. Pero dijo que su hijo comparte los recreos con ellos en forma normal.
‘Nosotros no aceptamos esta medida del Ministerio, pero la respetamos. Él es un niño con problemas de habla y algunos compañeros lo tratan de enfermo, así que empezó a defenderse. Tiene algunos problemas de conducta, pero que lo separen y que tenga clases en la Dirección, con todo lo que eso implica para un alumno en la escuela, es doloroso’, dijo el papá, quien pidió que no se divulgue su nombre.
El hombre agregó que evalúa retirar al niño de la escuela, pero no antes de fin de año. ‘Si lo saco ahora, donde vaya va a quedar estigmatizado. Mi hijo no está bien anímicamente por lo que está pasando y creo que en todo esto hubo una exageración de los otros padres’, dijo.
El especialista en educación, Luis Garcés, y la psicóloga Marianela Romera aclararon que si bien deben estudiar en profundidad el caso, coincidieron en que la medida puede generar consecuencias para el estudiante que es separado de su entorno habitual (es decir, el aula, sus compañeros y la docente) al modificar la rutina habitual de su enseñanza.