Definitivamente el Ministerio de Economía decidió cerrarle (al menos por ahora) todas las puertas y escaparates al dólar, para evitar que se agudice la fuga de la divisa norteamericana, que según fuentes oficiales ya ronda los 3.000 millones de dólares mensuales. En este sentido, las operaciones que se realizan mediante la banca electrónica o cajeros automáticas quedaron suspendidas, según informó ayer la Asociación de Bancos de la Argentina.

“Momentáneamente no se podrán canalizar operaciones por cajeros automáticos, banca por internet y banca telefónica, hasta tanto se haga la adecuación técnica necesaria de los sistemas”, indicó la entidad a través de un comunicado.

En un principio, y a la espera de que el sistema aceite todos sus mecanismos, la operación de compra de dólares tendrá la misma complejidad frente a un cajero automático que hacerlo por ventanilla. Es decir, los requisitos (ver infografía pág. 2) serán los mismos y el cliente deberá seguir los pasos de rigor para completar la maniobra, donde se le informará en pantalla si puede o no efectuar la compra.