La gente hacía fila frente a la gruta en la cima del cerro y esperaba, mansamente. El objetivo era rezarle a la imagen de la Virgen de Lourdes y luego llenar envases con el agua de vertiente que, dicen, es curativa. Ahuecando las dos manos y sorbiendo el agua entre ellas o juntando el líquido con tapitas de botellas, unas dos mil personas pasaron ayer por el santuario de la Virgen de Lourdes de las Siete Vertientes, en La Laja, Albardón, buscando sus milagros. Fue durante la tercera celebración de la primera aparición de la virgen a Leonardo Rubiño, a quien le pidió que buscara un cerro con siete vertientes para entronar su imagen, lo que ocurrió en 1997. Y durante todo el día, los fieles pasaron por la montaña donde está la gruta, buscando el agua casi como si fuera una fuente de vida. Allí también se juntan masivamente los creyentes para el día de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero.
"Yo tomo un traguito de agua todos los días y a mí la Virgen me curó de algo muy malo, de una enfermedad que no quiero nombrar. Pero también a un familiar, que estaba peor que yo. Por eso no me da vergüenza decir que fueron dos milagros", contó Jorge Echenique (57), empleado municipal y ex ciclista. Jorge vino con su familia y construyó ayer una pequeña gruta con piedras lajas, como agradecimiento. "Siempre ando con agua de las vertientes y se la reparto a los que están enfermos. Es un agua milagrosa", agregó.
Mario Aballay (57) es un ferviente creyente de la Virgen de Lourdes y uno de los cuidadores del santuario. Saca fotografías constantemente y dice que, cuando las imprime, de alguna u otra forma las imágenes de María o Jesús se le aparecen. De hecho, en el templo hay varios cuadros con sus fotos. "A mi la Virgen me curó antes de operarme, hace un tiempo, y a mi me padre lo salpico siempre con unas gotitas de agua. El estuvo muy mal de salud, pero gracias a la Virgen ya tiene 84 años y sigue con nosotros", afirmó.
En ese santuario siempre hubo manifestaciones particulares, según los fieles. Luego de que la imagen de la Virgen fuera destruida por vándalos y restaurada por un creyente, los seguidores afirmaron que el rostro de la Madre de Jesús se vio reflejado en el agua de una de las vertientes. Y hace poco, apareció un pulóver que usó un pintor en el que afirman ver (sólo a través del lente de una cámara) la imagen del Sagrado Corazón Jesús y al hijo de Dios crucificado.
"Tengo laringitis alérgica nerviosa y sufro mucho por eso. Pero hace poco tomé por primera vez un par de sorbitos del agua de vertiente e, increíblemente, no se me cerró más la garganta. Por eso vine ahora, para agradecer", dijo Irma Paredes (61), de Rawson. En tanto, el albardonero Víctor Sosa contó que aunque es un fiel creyente de la Virgen y colaborador en el santuario, no creía en el poder curativo del agua. "Hasta que me enfermé de los intestinos y se me complicó. Ahí comencé a tomar este agua y de a poco me recuperé. A esta virgencita, yo le tengo toda la fe del mundo", confesó.

