El pasado 5 de junio fue un día histórico. Es que, después de años de lucha y de personas que quedaron sin la posibilidad de ser papás, la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en ley el proyecto que incluye en el Programa Médico Obligatorio (PMO) los métodos de fertilización asistida. Este paso cerró un largo camino recorrido, incluso en la provincia, por personas que golpearon puertas y hasta se propusieron juntar firmas para que al fin, la ley fuese una realidad.

Según la normativa, todos los procedimientos de reproducción asistida pasan a formar parte del PMO que abarca todo el país. Por este motivo las obras sociales o empresas de medicina prepaga, deberán costear los tratamientos, así como diagnósticos, medicamentos y las terapias de apoyo. Y serán beneficiario de este tipo de tratamientos todos los mayores de edad.

Además, la ley no hace distinciones de estado civil, orientación sexual. Por esto abre el acceso integral gratuito a las técnicas de reproducción médicamente asistida a familias monoparentales, parejas homosexuales o padres solteros. De esta forma, todas las personas podrán someterse a tratamientos de alta o baja complejidad como la inducción de la ovulación, la estimulación ovárica controlada, el desencadenamiento de la ovulación, las técnicas de reproducción asistida y la inseminación intrauterina, intracervical o intravaginal, con gametos del cónyuge o de un donante. Los gametos son los espermatozoides o los óvulos según el sexo. Además, la ley dispone, la guarda de gametos o tejidos reproductivos para todas las personas, incluso menores de 18 años, que por problemas de salud, tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas puedan ver comprometida su capacidad de procrear en el futuro. Y si bien la ley ya fue aprobada, aún no es aplicada porque falta la reglamentación. Ahí se definirá cuántos tratamientos se podrán hacer las personas. Se estipula que la ley podría entrar en vigencia en septiembre próximo, una vez que esté reglamentada.