De concretarse el anuncio oficial de intervenir finalmente en el mercado del mosto, el Gobierno provincial se valdrá de los 20 millones de pesos provenientes de la devolución de las retenciones vitivinícolas que hace la Nación para hacer frente a la compra de uva. Es decir, convocará a los viñateros para que entreguen la uva y a cambio ofrecerá un valor que estará por encima del que hoy se maneja en las oficinas de las mosteras. Pagará a los industriales por la elaboración, pero la comercialización la hará el propio Estado, tal como ocurrió en 2007 y 2008, lo que le permitirá no sólo reembolsar ese dinero, sino incluso ampliar el fondo.
“Cuando vean (los industriales) que necesitan uvas y que esas uvas se las lleva el Gobierno, van a igualar e incluso superar la oferta oficial. Digan lo que digan, el mosto es en la actualidad un negocio bueno, que tiene sus problemas como todos, pero no pueden negar que cada gota de mosto se exportará a buen precio”, explicó un encumbrado funcionario del Ejecutivo.