Tradicionalmente se esperaba a que del higo saliera una gota de jugo de su pulpa, llamada “la miel del higo´´, lo que indicaba que estaba en su punto justo para ser consumido. Este era indicio de la madurez de la fruta.

Hoy por hoy, con sólo palpar que estén blandos, basta para saber que están ideales para consumirlos.