�Desde el año 2000, las exportaciones mundiales de vinos espumosos han alcanzado más del doble de su volumen, con un porcentaje de crecimiento anual medio del 9%, que pasa de 3,11 millones de hectolitros a 8,7 millones de hectolitros en 2013. El crecimiento en valor fue relativamente más bajo; el porcentaje de crecimiento anual medio es del 5% desde 2000, lo que implica un salto de 2.300 millones de euros a 4.300 millones de euros en 2013.
Las exportaciones de vinos espumosos representa casi el 9% del volumen total de las exportaciones de vinos y el 18% de su valor.
Los tres principales exportadores de vinos espumosos representan más del 80% de las exportaciones mundiales en volumen y en valor, entre los que Francia constituye por sí sola el 53% del total de las exportaciones en valor. Las partes de mercado de los principales exportadores han evolucionado considerablemente en estos últimos diez años.
Las exportaciones francesas de vinos espumosos se han visto muy afectadas por los efectos de la crisis económica de 2008, que ha favorecido a los productos comercializados a un precio más económico, como el prosecco italiano o el cava español.
Sin embargo, cabe destacar que las exportaciones italianas y españolas siguen siendo menos valorizadas que las exportaciones francesas, que se ven beneficiadas por el champagne (el cual representa más de la mitad del valor con menos volumen exportado).

Alternativas:

Los vinos espumosos italianos y españoles se han convertido en las alternativas al champagne debido a su precio mucho más bajo, principalmente en mercados clave como Estados Unidos o Reino Unido.
Pero esta disminución de las exportaciones francesas a los mercados anglosajones se ha visto ligeramente compensada por su aumento en el mercado asiático, fundamentalmente en Singapur, que desde hace tres años es el principal importador de champagne con destino hacia el mercado asiático.
En relación a 2008, Francia ha perdido el 8% del mercado en valor mientras que Italia ha ganado el 7% del mismo. En volumen, Italia ha ganado un 4%, mientras que Francia y España han perdido respectivamente un 6% y un 2% de parte del mercado en relación a 2008.
El papel de algunos pequeños productores o países que se dedican únicamente a elaborar vinos espumosos ha aumentado en los últimos años. Letonia es un buen ejemplo: sus exportaciones de vinos espumosos, principalmente hacia Rusia, han aumentado desde el año 2000 a una media de 5,5% por año en valor y de 11,8% en volumen.