Cuando en todo el mundo acecha, o incluso ya causa estragos una segunda ola de Covid 19, el temor de que llegue a San Juan y cause otro aislamiento estricto, con el consecuente cierre de los negocios que aún no logran siquiera recuperar las ventas; puso en alerta a una buena parte de empresarios locales. Un grupo de nueve entidades comerciales de la provincia -que dicen nuclear al 80% del comercio sanjuanino- se unieron en un proyecto inédito y conformaron una mesa sectorial para anticiparse a tomar medidas para cuidar el estatus sanitario de la provincia. Anuncian que los integrantes de la mesa van a solicitar a los propios empresarios, y también a los gobiernos municipales y el provincial, intensificar las medidas de prevención establecidas en el protocolo Covid-19. Ya se reunieron con el Ministro de Producción y ahora buscan reunión con el gobernador Uñac a quien le prestan colaboración pero también le reclamarán mayor cumplimiento fuera de los negocios, por medio de la policía o monitores urbanos y campañas publicitarias. En esta iniciativa se encuentran la Cámara de Comercio de San Juan, liderada por Hermes Rodríguez y la Cámara de Industria, Comercio, Producción y Turismo de Rawson, dirigida por Gaston Villordo, a las que se sumó el grupo numeroso de Comerciantes Unidos (Marcelo Quiroga); y los centros comerciales de Caucete (Luis Agulles), de Jáchal (Marcelo Aguirre), de 25 de Mayo (Analia Herrera), de Sarmiento (Nancy Matamoros), de Chimbas (Jésica Miranda) y de Rivadavia (Luciana Toledo), además de referentes de ramas femeninas. Los voceros -Rodríguez y Villordo- explicaron a DIARIO DE CUYO que el compromiso de las cámaras, y el individual de comerciantes y clientes, es fundamental para afrontar la situación, cuando los países limítrofes ya están con sus sistemas sanitarios saturados por una segunda ola. También llamaron a la unidad y convocaron al resto de entidades comerciales que quieran sumarse, en alusión al centro comercial de Capital y otros. ""El conocernos nos hizo descubrir que tenemos muchos puntos en común y podemos avanzar en problemáticas del sector, pero hoy nos está preocupando que debamos volver a cerrar. Sería fatal para los comercios mas chicos y vulnerables", dijo Rodríguez. Explicó que entre todos arrancan una campaña de concientizacion para que los comerciantes no se relajen y exijan el protocolo dentro de sus locales. ""También acudiremos a los intendentes para que ayuden a persuadir a los incumplidores en el uso del barbijo y el distanciamiento fuer de los locales", indicó. Para esto se le ha solicitado al titular de Producción, Andrés Díaz Cano, que los ayude con algún profesional de higiene y seguridad, o un médico para salir a recorrer cada uno de los centros comerciales y negocios y explicar en forma presencial el peligro latente al no cumplir las medidas de prevención.
Villordo por su parte rescató como crucial la unión de las distintas cámaras y entidades -incluso las que tenían diferencias como es la de Comerciantes Unidos que pertenece a la Federación Económica-, para compartir un diálogo: ""hemos entendido que debemos ir de la mano y por un mismo camino", aseguró.
El rawsino agregó que el comerciante está dispuesto a colaborar para que la segunda ola no golpee aquí como en otros países, y provoque el cierre casi total de la Fase 1 del año pasado. "Somos conscientes de que puede pasar, y por eso queremos concientizar al comerciante y a la población en conjunto, y de la mano con las autoridades; porque nos hemos relajado", concluyó.
La pandemia ha afectado fuertemente a la economía nacional y San Juan no es la excepción: el año pasado cerraron muchos comercios cuando San Juan entró en Fase 1 y si bien algunos se recuperaron cuando el Gobierno provincial comenzó a flexibilizar las medidas, en el Centro de Estudios de la Federación Económica de San Juan (FESJ) informaron que al cabo de un año han bajado definitivamente sus persianas el 10% de los comercios en toda la provincia. Esto significa que han desaparecido 1.000 negocios que no se han desplazado ni reconvertido, y que 1.000 empleados se han quedado sin trabajo. El documento indica también que muchos comerciantes migraron de locales y hubo un movimiento inmobiliario importante a causa de la mudanza de muchas empresas en el marco de la pandemia. Agrega que muchos negocios se han reconvertido y donde había antes una tienda, hay una verdulería u otro tipo de negocio. También se produjo el crecimiento de rubros informales, como es el caso de la gastronomía. ""La gran mayoría de los comerciantes que cerraron incursionaron en la gastronomía, y buena parte en forma de delivery, en Capital, Rivadavia y Santa Lucía principalmente".
Respecto al desplazamiento geográfico de lo comercios, una porción de locales se mudó del centro a los departamentos. Es el caso de tiendas y zapaterías que se han ido desde el centro capitalino a Rivadavia, Chimbas y Santa Lucía. El centro se ha contraído y los locales que estaban en zonas aledañas como la calle Jujuy, Aberastain, la zona de tribunales, alrededores del Centro Cívico y la periferia de Capital, directamente han cerrado, llegando a 320 los locales vacíos en Capital.
En el segundo centro comercial más grande de San Juan, el de Villa Krause, la situación no ha sido la esperada. Por el golpe de la pandemia, muchos pensaban que los comercios de Capital se iban a mudar a esa zona porque los alquileres son más baratos, pero no ha pasado eso. En cambio sí ha habido un desplazamiento interno, los locales que estaban en la calle Boulevar Sarmiento, que son los más importantes, cerraron y los comerciantes que estaban en las zonas aledañas, a la vuelta de esa calle (calle Godoy, gobernador Rojas y Alvear) aprovecharon para mudarse a esos locales. En otras palabras, los comercios grandes se alejaron para conseguir alquileres más baratos, mientras que los de esas zonas, aprovecharon para acercarse más al microcentro rawsino. ""Hay cerca de 30 locales vacíos y varios de los locales grandes llevan un año sin estar ocupados, algo que no pasaba desde el 2003", dijo Carina Quiroga, del centro comercial de Rawson. En ese departamento llegan a 272 los locales cerrados en el último año de pandemia.